Han pasado ya dos veranos desde la última crónica desde la playa de La Antilla, y me encuentro en la misma situación vacacional, de okupa en casa de mis suegros, tal cual los personajes de “los compadres” de Mundo Ficción (http://www.youtube.com/watch?v=YCPM31RmQSk). Obviamente, el núcleo poblacional si que ha experimentado cambios, y es que con los acordes del fandango de Calañas podría cantarse:
La Antilla,
La Antilla ya no es La Antilla,
Que es una segunda Marbella,
Quién ha visto una corrida de toros
En la fiesta de La Bella.
Pues sí, aparte de encontrarte infinidad de restaurantes donde los camareros en mitad de la calle te invitan a pasar a cenar, pagando tú la comida como es evidente, al igual que en otros destinos turísticos de sol y playa más curtidos; este año han colocado una plaza de toros provisional, en tanto que la definitiva se construya en la zona alta de los campos de golf. ¡Oye, que esto se pone a la altura de Marbella!, que en la bajada de los pinos van a tener que poner una escultura de mármol con el rótulo “Welcome to L´Antilla Beach”. No obstante, el cartel taurino de este año es pobre, una sola novillada, de la que sólo recuerdo el sobrenombre de uno de los espadas: El Lepero, ¡original! De unos años a esta parte, mi visión del toreo ha cambiado, se derrama demasiada sangre de manera gratuita para ver una faena en condiciones. Si a ello unimos que el turismo que se pretende atraer es de carácter internacional, quien tiene bastante recelo hacia la fiesta nacional, lo de la plaza de toros desde mi punto de vista sobra.
Me he pasado toda la semana al cuidado de los niños y la suegra, a quién le pegó una patada un holandés en la final del mundial de futbol, rompiéndole el menisco (La FIFA no se ha pronunciado al respecto). Además, la pobre tuvo que sufrir las iras de una ATS (DUE si pasó por la Universidad) que vino a reforzarle la venda elástica colocada en el servicio de urgencias del Hospital Juan Ramón Jiménez, al comprobar que podía ponerse en posición bípeda sin retorcerse de dolor. La DUE-ATS aducía que había pocos recursos humanos y que las urgencias del “puesto” de Salud, sí “puesto” porque los de helados del paseo son más grandes, estaban a tope como para atender semejante asistencia domiciliaria, y despotricando se marchó con la ambulancia, el médico y un cura en prácticas, tras eso sí, colocarle una tirita de unos 2,5 centímetros sobre la dichosa venda: Esto es para la Andalucía Cateta, y L´Antilla Beach sigue siendo en este aspecto la de 2008, que perdió la bandera azul.
En los días entresemana, al mediodía, llevaba a los niños a la playa. Mientras ellos jugaban con sus primos en la orilla, yo me dedicaba a observar cómo el temporal ha afectado a las casas de la primera línea de playa, a la mayoría les había tirado los muros que miraban al mar, eliminando toda la arena de su rededor y dejando las cimentaciones de los mismos al aire. Señalar, que esa primera línea de playa debería estar tirada si se hubiese cumplido la ley de costas, al igual que los múltiples chiringuitos que según el gobierno de ZP iba a retirar del espacio público marítimo-terrestre para el presente año. Especial atención me produjo el ir y venir de una máquina palera, retirando los escombros del muro caído de uno de estos chalets, colocando sobre el firme grandes rocas pizarrosas de contención. A mi cuñada se lo comenté: “Estos mamones seguro que están levantado todo esto con dinero público, con dinero proveniente del Consorcio de Compensación de Seguros, en vez de dejar que el mar tome lo que es suyo y se cumpla la ley de costas”. En cuanto a los chiringuitos, observo que alguno lo que ha hecho es ampliar la superficie pública que utilizaba tras las reparaciones realizadas por el temporal.
Uno de esos días, me sentí un poco Lileth, y decidí observar a la fauna humana que me rodeaba. A la izquierda tenía a dos hombres y una mujer. El más bajo de los dos, de unos sesenta y tantos años, poseía aún una complexión fuerte y su cara que me recordaba a la de Pablo Picasso. El otro era bastante más alto, aunque más panzurrón y con pinta de gustarle la vida tranquila. La mujer asentía a todo lo que decían en la conversación que mantenían:
– Pues, ví a fulano.
– Sí, ese tuvo el puesto que tuvo en Atlantic Copper, por que era hijo de quién era. Y Tal y cual…..
Toda su conversación giró en torno a los antiguos compañeros que tuvieron en la fábrica y cómo unos metían a sus hijos y otros no. De su conversación deduje que eran oriundos de la Cuenca Minera, hablaron de la Guerra Civil, de cómo a un tal Manuel, en Nerva, le fusilaron los falangistas a dos hermanos, y cómo durante el transcurso de la Guerra tuvo que terminar luchando en el bando sublevado, participando en la Batalla del Ebro.
A la derecha, había un par de señoras. Sí señoras de las de bien, de las que dejan su Extremadura en estas calendas y se acercan a esta playa a pasar los calores del verano. La más joven de ambas, ya entrada en la menopausia, portaba un bañador rojo a juego con el color del lápiz de labios. Estaba tocada con una pamela negra. La más mayor, con los ojos pintados de azul, comentaba:
– Anoche estuve viendo Intereconomía, hablaron del debate de la nación y del Estatut de Cataluña. ¡Me acosté de un mal humor!
– ¡Ay hija!, es que a quién se le ocurre. Yo me puse una pelí. Le respondió la de la pamela con una voz de pija cincuentona de la muerte.
– Pero es que no había nada que me interesase y para ver a los de la Sexta….
– Pués cuando quedamos para salir las compañeras de estudios en el colegio de las Hermanas Servidoras de Jesús del Cottolengo del padre Alegre, todas terminamos hablando de lo mismo, ¡y con una mala leche….!
A eso que se acerco al grupo una tercera señora de unos cuarenta años, y afirmo:
– Es que el Loco nos va a llevar a la ruina.
No me fue difícil imaginarme a Zapatero vestido de Napoleón y con un embudo en la cabeza. A mi personalmente, me parece más un “imbécil antropológico”, que a los efectos es casi lo mismo, pero se asemeja más a su retórica. Y así continuaron cotorreando durante un buen rato, hablaron del futuro presidente de la Junta de Extremadura, un tal Morago del Partido Popular, (yo no lo conozco de ná, pero bueno, debe ser muy importante allí), que si no pudo ir a la asamblea regional porque estaba con su esposa de crucero, que si era muy sencilla, que si el infame catalán ministro Corbacho era en realidad de Barcarrota (Badajoz), en este dato fallaron en la wiki viene que es de Valverde de Leganés (Badajoz), etcétera, etcétera…….
A todo esto me percaté que yo estaba en el centro, de gorra en la casa de mis suegros durante las vacaciones, cada día con más conocidos de mi edad (treinta y tantos largos) y buena formación engrosando las filas del paro, y flanqueado a la izquierda por jubilados del polo químico de Huelva y a la derecha por señoras de bien de toda la vida de Extremadura. Se habrá ganado la copa del Mundial de Futbol, pero no se hacía dónde c… va este país.
P.D.: En el chalet afectado por el temporal, ese día había una gran máquina que proyectaba hormigón sobre el lecho de pizarras. En ese instante recordé que era en el que ha pasado durante estos últimos años sus vacaciones el vicepresidente tercero del gobierno de España, D. Manuel Chaves. No sé si volverá este año, pero las señoras de Extremadura se pueden dirigir allí, a escasos cuarenta metros, y cuando esté, decirle lo que opinan sobre la política territorial del gobierno.
Josema