Nuestro pequeño homenaje desde aquí, acordándonos muy especialmente del Fandango, nuestro pequeño gran cante, más nuestro que ninguno y tan flamenco como el que más.
Enigmático o desgarrado, simbólico o literal, es un grito que se le arranca al alma andaluza y se convierte en arte. Enhorabuena a los artistas reconocidos, al rasgueo de la guitarra, al gran Toronjo, signo y símbolo de nuestra identidad, y a todos los que sintieron este pellizco y su nombre se perdió en el olvido.
Os dejamos con un pequeño vídeo-homenaje que hemos montado con dos fandangos del album Besana de Eduardo Garrocho, al que ya tuvimos el gusto de entrevistar: