Después de años y años de pintadas, abandono y múltiples quejas ciudadanas, los responsables han tomado cartas en el asunto y han vallado el entorno de la iglesia de San Pedro para iniciar su limpieza.

Imagen de la parte superior de la valla
El vallado del entorno de la iglesia ya se llevó acabo recién terminada la «restauración» hace varios años, pero la naturaleza y el diseño de las vallas, aparte de ser horrible, no era para nada disuasorio. La medida es la más drástica que se podía tomar, porque impide el libre acceso a un monumento, y quizás el diseño del vallado podía ser mucho más acorde con el edificio (por no decir que es una auténtica porquería de valla-mondongo), pero tristemente es la única solución contra los desalmados ignorantes que atentan, no contra un edificio religioso, sino contra todo un monumento de los que escasean en nuestra capital.

Valla que cierra la subida al muro

Fotografía de la valla
El siguiente paso ha sido la limpieza de la fachada de la iglesia de pintadas y la retirada de hierbas y suciedad del suelo. Con las vallas se pretende que esta limpieza sea duradera y que los bárbaros no puedan acceder de nuevo a las paredes lisas del monumento para dejar su «huella». El resultado es impecable, y basta ver las fotografías y compararlas con las que realizamos el pasado 4 de noviembre.

Fachada de San Pedro limpia
Esperemos que la actuación se concluya con la restauración (ja ja ja) del muro y de las escalinatas y con la limpieza de zonas más expuestas como las fachadas de la sacristía.

Lateral de la sacristía
Desde este blog queremos dar las gracias a todas las autoridades que han actuado «tan rápidamente» para evitar la penosa imagen de la ciudad que ha dado el monumento durante los últimos… ¿6, 7 años? ¿más? Nunca es tarde si la dicha es buena, pero poniendo un poco de interés por todos los implicados, la dicha podría haber sido mucho antes.
Esperemos al menos que dure limpia bastantes más años de los que han tardado en limpiarla.