Se nos fue un gran entrenador de boxeo y una mejor persona

Ha fallecido en la tarde del domingo 18, el  que  fuera mi entrenador de siempre  Mariano Gómez Depena, y le quiero rendir desde aquí un pequeño homenaje, recordándole con cariño y emoción,  e informar a la vez a toda la afición del boxeo de Huelva, a las autoridades deportivas, y  a todos los medios de comunicación, para  que lo tengan en cuenta, y lo recuerden, y lo nombren como un histórico  del boxeo de Huelva,  Mariano se lo merece.

En los años  que lo tuve como entrenador, viví  muchos momentos maravillosos, viajes, Campeonatos, recuerdos, y anécdotas de todo tipo.
Y  a  él, a Mariano,  le debo  todos  mis  triunfos deportivos, logros y conciencia deportiva.

Con su humor y gracia natural, todos  los  que  lo tratamos, sus pupilos y ayudantes, nos partíamos de  risa con sus chistes  y  detalles, en cualquier  momento y lugar. Un auténtico cómico con gran talento, y mucho arte,  lo demostró siempre.

También era  un  gran recreativista, su Club,   que siempre  defendió con pasión y cariño.
Estoy seguro, que  este  en el cielo, o donde  este, estará muy bien acompañado, y charlando de boxeo, con los Capelo, Portillo, Faito, Gálvez, Beni Alloza, Gómez, Mario, González, Herrera, Pedro Carrasco, Nogales, Bayo, su hermano Curro, gran aficionado, y su ayudante muchos años Pepe, “Correbuyas, y se  reirán  con él, y con sus chistes y bromas.
Es  una  grandísima perdida, principalmente para su familia,  y para sus amigos, pupilos y aficionados al noble arte, y para  todo el mundo del boxeo de Huelva, donde  era por supuesto, un histórico, que  descubrió y entreno, a  muchos campeones, y dejando el pabellón de nuestra ciudad, Huelva,  alto, muy alto, en  muchos años,  con infinidad de victorias y Campeonatos de sus pupilos, de los que  él, se sentía muy orgulloso.

Estos días, que lo he visitado en el hospital, aun resultándome muy doloroso y triste verlo en un  estado muy grave, tuve unas palabras con él, notando ese  humor y gracia innata, y me quedo con eso, con ese recuerdo,  y con los apretones de  mano, abrazo y cariño al despedirme, en cada visita.

Por último, les  deseo todo el ánimo del mundo, abrazos y condolencias a sus hijos, (a los que conozco desde niños)  y  a  su  mujer.

DESCANSA  EN PAZ, MARIANO, AMIGO………   te recordare siempre.

Francisco Jiménez Urreta

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