Volviendo a recuperar la serie de artículos sobre barcos hundidos en nuestras costas, ha llegado la hora de hablar de otra embarcación hundida tras la batalla de Trafalgar. En este caso se trata del navío de línea Monarca.
El Monarca, cuyo nombre «cristiano» (recordamos que todos los barcos de la Armada que no tenían un nombre religioso recibían un segundo nombre) era San Cayetano, fue un navío de línea de dos puentes y 74 cañones perteneciente a la serie llamada San Ildefonsinos.
Dentro de las grandes reformas llevadas a cabo por los Borbones en el siglo XVIII destaca la renovación total de la Armada. Este gran proyecto tuvo varias fases y duró casi todo el siglo. Una de ellas fue encargada al marino, militar e ingeniero naval José Romero y Fernández de Landa. Nacido en Galaroza, este ingeniero escribió la obra Reglamento de maderas necesarias para la fábrica de los baxeles del Rey y ocupó el cargo de Ingeniero Director de la construcción naval a partir de 1782. Bajo su mando se construyeron algunos de los navíos más grandes y famosos de nuestra Armada, como los grandes navíos de 112 cañones: Santa Ana, Príncipe de Asturias y los tristemente célebres Real Carlos y San Hermenegildo, hundidos estos últimos tras confundirse mutuamente con enemigos.

Retrato de Romero Landa (http://es.wikipedia.org/wiki/Jos%C3%A9_Romero_y_Fern%C3%A1ndez_de_Landa)
El Monarca pertencía a una serie de navíos menores, de 74 cañones, iniciada en 1785 con la botadura del San Ildefonso, de ahí el nombre de San Ildefonsino. El Monarca fue el último de la serie, construido en el astillero de El Ferrol y botado el 17 de marzo de 1794.

Plano de un navío de la serie de 74 cañones (http://es.wikipedia.org/wiki/Monarca_(1794))
Al parecer era un barco bastante rápido, lo que le permitió romper el bloqueo de Cádiz en 1798 para realizar una misión diplomática en Norteamérica y escapar de un intento de bloqueo de dos barcos británicos en el canal de las Bahamas.
En 1805 fue asignado a la escuadra que posteriormente combatiría en Trafalgar bajo el mando del capitán Teodoro Argumosa y fue ampliado su armamento hasta llevar 88 cañones. Sobre las propiedades marineras del navío, su comandante dijo : «Sus propiedades marineras en todas posiciones son ventajosas a todos los buques con los que a navegado desde El Ferrol».
Durante la batalla combatió contra varios barcos enemigos a la vez (como casi todos los barcos de la escuadra franco-española) pertenecientes a la escuadra de Collingwood, en este caso contra el Mars (74 cañones) y el Tonnant (80 cañones), rindiéndose al Bellerophon (74 cañones) tras sufrir 250 bajas (100 muertos y 150 heridos) y encontrarse su comandante herido.
En cuanto el Monarca arrió la bandera, el comandante del Bellerophon envió una dotación de presa de 55 marinos británicos para capturar el navío con la intención de llevarlo a Gibraltar. Tras hacer las reparaciones de emergencia necesarias, el barco se puso de nuevo en camino con los marineros españoles supervivientes prisioneros. Por la noche, los prisioneros consiguen cortar los palos de las velas y echarlos por la borda, dejando el barco a la deriva. El temporal que se desató en las horas siguientes dañó aún más el barco. Una vez que el temporal amainó, los tripulantes decidieron reparar el timón para intentar llegar hasta Cádiz. El día 25 de octubre fue avistado por el navío inglés Leviathan, el cuál rescató a la tripulación de presa británica y a algunos marineros españoles e informó de que estaba en muy malas condiciones y navegaba en dirección a al costa. En vista de un recrudecimiento del temporal, el Monarca fue abandonado totalmente a la deriva y estuvo a merced de vientos y corrientes hasta que encalló en las playas de Arenas Gordas, entre las torres almenaras de la Higuera y el Asperillo, quedando tumbado sobre un costado. Era el 28 de octubre de 1805. El barco se mantuvo varios días en esta posición. Ante la posibilidad de que los españoles lo intentasen reflotar y recuperar, una fragata inglesa (las fragatas Naide y Phoebe habían salido en busca de los barcos que había arrastrado el temporal) lo incendió.
Desde entonces sus restos reposan en el fondo del mar, sin que actualmente se conozca su localización exacta. Existen algunos pecios candidatos a ser el Monarca y es posible que el cañón que se encuentra en el depósito de la Guardia Civil en Mazagón pertenezca a este barco, pero actualmente no se ha hecho una investigación a fondo para conocer con exactitud el lugar donde reposan los restos de este barco.
http://es.wikipedia.org/wiki/Jos%C3%A9_Romero_y_Fern%C3%A1ndez_de_Landa
http://es.wikipedia.org/wiki/Monarca_(1794)
http://www.todoababor.es/listado/navio-monarca2.htm
http://www.todoababor.es/articulos/epilogo-partemonarca.htm
Fichas de barcos de Trafalgar. Catálogo de la exposición «Los Naufragios de Trafalgar». Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía. Año 2005.