Álvaro M. de Vega.- Huelva.- La cultura y las artes son vías para la expresión de inquietudes personales pero también para plasmar anhelos colectivos. Son fruto de su tiempo y de la visión que los creadores tienen del entorno: su ciudad, su país, su mundo… La exposición de Miguel Díaz Cruzado (San Juan del Puerto. 1948) en el Centro de Arte Clandestino de su localidad natal ofrece una muestra, a modo de retrospectiva involuntaria, de los diversos estilos de su larga trayectoria: Desde dibujos al carbón, al óleo impresionista o la técnica mixta más abstracta… Aprovechando la ocasión plasmamos parte de la charla entre el artista, que llevaba años sin exponer tras superar una enfermedad, y Samuel Fortes, uno de los promotores de este nuevo espacio para la sensibilidad artística donde las obras del ‘Renacimiento’ de Díaz permanecen colgadas. De la conversación se desprenden vivencias y una visión crítica de un panorama cultural inexistente cuando no es subvencionado por el poder público y, en ese caso, supeditado al mismo. También hacen un repaso a la carrera del cosmopolita y ‘maldito’ pintor onubense, ahora anclado en la luz y el mar de Isla Cristina.
Miguel Díaz en su casa antes de exponer «Renacimiento»
Charla entre el pintor Miguel Díaz y el arquitecto Samuel Fortes con motivo de la exposición ‘Renacimiento’ en el Centro de Arte ‘Clandestino’ de San Juan del Puerto.
HUELVA Y LA CULTURA
Samuel Fortes: Cuando preparamos la inauguración de la exposición me comentaste que dependía de cómo te encontrases de salud porque no solías ir a las inauguraciones, y añadiste que “intuías que algunas personas irán para despellejarme” (?¡) Parecería que en Huelva, que al fin y al cabo es un pueblo, existen muchas envidias.
Miguel Díaz: Totalmente. Recuerdo a uno de aquellos que me ponían fino y me lo encuentro en una exposición mirando muy de cerca un cuadro mío ¡Si vieras el susto que se dio¡ Estaba viéndolo muy de cerca a ver si detectaba fallos, claro. Yo he sido muy maltratado por ese tipo de gente, y muy bien tratado también por otro tipo. Pero por la parte de los pintores para nada. Ni siquiera algunos de los más famosos en Huelva y de mi generación, a los que por mi parte he estado apoyando siempre. Algunos son muy políticos, aún pudiendo admitir en algunos casos que son fantásticos artistas, que me encanta lo que hacen y tienen una estética maravillosa.
S. F: En mi campo, el de la arquitectura, también sucede.
M. D: Es que algunos arquitectos se han cargado Huelva. Recuerdo que en el Círculo Mercantil hace 20 años se organizó una conferencia porque querían eliminar los cabezos antes de hacer el Hipercor. Yo puse el grito en el cielo porque pensé que a Huelva y su naturaleza se la iban a cargar siendo espléndida. Los argumentos eran que algún niño se podía matar. Y les dije: Es como si yo por tener una verruga que me caracteriza me quieren quitar toda la cara. La representación de Huelva eran sus cabezos tan maravillosos. Me pareció claro que buscaban cualquier excusa para destruirla y lo iban a conseguir, y lo han conseguido. Los pocos cabezos que quedan están llenos de carteles para que no se vea el propio cabezo (como en la subida de la Merced). ¡Lo más bonito y auténtico que tiene Huelva¡ En Ancona (Italia), donde yo he vivido, se ha hecho así, no han destruido nada, está lo antiguo y lo moderno convenientemente separado.
S. F: De esta visión de Huelva he criticado el pragmatismo que se tiene a veces. En nuestro estudio de arquitectura ganamos el concurso del Plan Especial del Campus del Carmen recién salidos de la carrera. Al final del espacio había un otero, que no llegaba a ser un cabezo, y proponíamos que fuese un espacio muy verde, una especie de bosque colmatado por ese mirador. Un día llega un arquitecto de prestigio y como ya tenía adjudicada una de las Facultades que entró en concurso dijo: “Yo quiero mi Facultad aquí, para que se vea desde la Avenida de Andalucía, etc.” Vamos a ver, le comentamos, esto es el otero y la colmatación de nuestro bosque, no vamos a tirarlo y lo hemos creado en esta ordenación como elemento clave. Llega el alcalde y le dice que “es una porquería y tal”. Tuvimos que hablar con la Universidad, con Educación, con Cultura y nada…Hasta que no aparecieron unos restos arqueológicos no se respetó el otero, que tiene arriba una actuación para interpretación arqueológica. Llegaban a la reunión y decían “eso es una mierda, ahí lo pongo yo”, y tan campantes.
Otero del Campus del Carmen y Centro de Interpretación Arqueológica
M. D: A mí me da tanto asco que estoy fuera de todo esto. Yo hice como Pepa Flores, largarme de la mierda. Hace un par de años que hablé con ella (Marisol) pero ella no quiere ni hablar porque es una señora ya mayor…”Soy una abuelita, y estoy para pasear a mi perrito”, me dijo. Es una señora con información para dar y regalar pero nunca ha querido. Ha tenido el mundo en sus manos, maltratada por el franquismo, luego se hace comunista y casada con Antonio Gades. Una tía a la que Tele 5 le ofreció 250 millones de pesetas para que contara lo que quisiera. Es la única auténtica que ha habido en este país. Ella estaba viviendo lo que estábamos viviendo todos en nuestra generación y fue un poco la representación de esa ruptura. Podría ganar lo que quisiera y sus discos son maravillosos, como el de ‘Galería Perpetua’, que no veas las letras, impresionante.
S. F: En eso que dices se resume todo. Huelva no es ciudad para el arte y la creatividad. El poder, el capitalismo de Huelva, la gente que tiene poder, empresarios, políticos, personas sin demasiada formación y espíritu cultural, no tienen un respeto por la cultura o el urbanismo, con lo importante que es para una ciudad. Tú decías lo de los cabezos, y no son solo los cabezos, el urbanismo es la hipoteca de nuestros hijos, lo que han hecho con Corrales (Aljaraque) u otros lugares, los han destruido.
M. D: Destruir Huelva, con las industrias esas de mierda que luego, ¿qué producen? ¿Si luego parece que un buen hotel da más trabajo? Porque en una zona tan maravillosa, esa confluencia tan bonita de los ríos….Es una lástima.
S. F: Habría que hacer en esa zona un estudio hotelero, pero tampoco podemos permitir ahora que los hoteles vayan a colmatar todos los espacios naturales como Los Enebrales en Punta Umbría y todo eso.
M. D: Ahora están intentando cargarse el Coto de Doñana… Por eso me he venido a vivir a Isla Cristina, a un puerto de mar que fue donde crecí, en Huelva. Aquí recupero lo esencial de mí, lo que he visto al nacer. Yo iba con mi padre donde estaba el muelle del Tinto, ése mismo que cortaron porque no cabían los camiones para las industrias, ahí está la representación de la gente de Huelva y de lo que han hecho con Huelva. Eso, esas son las gentes, incluido tal o cual arquitecto, político, artista, periodista, el otro y el otro. Tengo la sensación que no ha valido nadie ni un duro, no han tenido la mentalidad abierta, amplia. Eso lo están haciendo en cualquier sitio pero no aquí, en Huelva.
Pintor y galerista en la inauguración de la muestra tras la conversación.
S. F: En fin, Huelva no es una ciudad de grandes consensos.
M. D: Yo me fui de Huelva cuando ya estaban camino de cargárselo todo. Y no me tenía que haber vuelto ni de México, ni de Paris…Lo que pasa es que uno siempre vuelve al lugar del crimen, al masoquismo de Huelva. Pero es normal que vuelvas como a querer respirar lo que es tuyo. Menos mal que estoy aquí en Isla Cristina, pero me quiero volver a ir, no tengo ganas de morirme en esta tierra, eh¡ Estoy indignado, yo me indigno. Y gente como tu que quieren hacer algo distinto… ¿Otra vez le quieren dar al mismo tío tal o cual premio? ¿Es que ya no se hace nada con gusto?
S. F: Y mira que en Huelva hay más de 300 arquitectos colegiados.
M. D: Cuando oigo en la radio retransmisiones culturales (carnavales, folclore) sobre Huelva me pregunto, ¿Pero es posible que este individuo pueda estar en una radio?
S. F: Yo lo intento, sin el talento de los artistas claro está, pero soy creativo. Pero me veo siempre condenado, voy a hablar con unos y con otros y luego me entero que al proyecto cultural de determinada persona le han dado una pasta. ¡¿Cómo que no hay nada?¡
M. D: Yo los conozco bien, y luego te miran así por encima del hombro. Son los ‘comeculos’ del poder y siempre están pintando lo mismo, no creas.
S. F: Pero puedes, al menos, estar tranquilo porque no has renunciado a esa poesía del artista, ni te has adocenado a un mundo comercial.
M. D: Podía haberlo hecho pero ¡me daba una pereza tan grande¡ Porque cuando tú no estás hecho para algo, es imposible. Es como el que quiere hacer sexo con una mujer que no le da morbo, pues no puede, no tiene… La actitud, yo creo que pasa igual en esto. Te pones a pintar algo, y eres capaz de pintar lo que sea, yo lo he hecho….Tuve que estudiar mucho el natural con Miguel Pérez Aguilera que estaba enloquecido conmigo, me apreciaba muchísimo, quería mandarme a Nápoles, pero se me cruzó un profesor de Bellas Artes que era un sátiro, que impidió que yo terminara haciéndolo.
S. F: ¿Pero en 1977 te marchaste de todas formas a Europa y empezaste a trabajar para diversas colecciones particulares?
M. D: Claro. Me fui a Alemania, conocí al director del Museo Contemporáneo de Bohoom, museo precioso, y a través de un amigo yo hacía retratos y toda la obra la dejé allí porque les encantaba. Me presentó a gente para que hiciera trabajos puntuales y allí en Alemania hay cosas mías en muchos sitios. También en Bélgica, en Francia, aunque en Francia eran sobre todo copias para sobrevivir pero también hice algunas cosas mías.
S. F: ¿París tenía que ser la ciudad ideal para ir a inspirarse?
M. D: Claro, eso es lo que hacía. La de veces que he estado allí pintando en Mormartre y la de cosas que me han pasado. Una vez apareció un matrimonio y una chica que me sonaban. Pero me hablaron en un francés ‘chapurreado’ y me pusieron a la niña delante y cuando empezaron a decir “cuando lleguemos a Huelva lo que les va a gustar este retrato, y bla, bla, bla” Claro, al final me di cuenta de que eran vecinos míos. Cuando me preguntaron “¿combien?” Les dije que nada ¡hombre, que sois de Pio XII. Se quedaron sorprendidos, porque iban a presumir de un retratista francés (risas).
S. F: En Huelva no hay Mercado del Arte, y como promotor cultural que se ha ‘lanzado a la arena’ aunque todo tiene su parte positiva y negativa siento que no hay un impulso cultural profesional, ni público ni privado.
M. D: Yo no lo he tenido. Lo que me he buscado ha sido por mi cuenta o a través de una sociedad que tuvimos con unos amigos y promotores como Pepe Baena o Manuel Rivas. Desde entonces yo no he tenido nunca ningún espacio, me han tenido apartado. Hasta me llegaron a cerrar una exposición en una entidad bancaria en los años 80 por ser muy atrevida. Hace muchos años me fui de Huelva y desaparecí, no lo soportaba.
S. F: Ahora dicen que es porque no hay dinero pero años atrás estaban las Cajas, los Ayuntamientos, Diputación, Junta de Andalucía, y tampoco se repartía nada bien.
M. D: A mí nunca me han prestado ayuda. ¿Sabes para lo único que me han avisado muchas veces y siempre he colaborado? Para exposiciones benéficas. Hace poco me pasó con una chica que tenía una jeta que se la pisaba y siempre me sacaba una obra para Proyecto Hombre. Una vez se llevó un cuadro precioso que yo tenía para venderlo y me he enterado de lo que ha hecho, vendérselo a una hermana suya por una mierda y ha quedado bien con el Proyecto Hombre y con la hermana; ¡y quería pedirme otra¡
S. F: Hace poco ha habido una retrospectiva de Overli en Huelva.
M. D: Con exposiciones de Overli también he colaborado siempre, y le escribí un artículo hace tiempo diciéndole que era el arqueólogo de la pintura. Porque se sumergía en el cuadro como dentro del agua y no respiraba, y hacía verdaderas preciosidades. Yo he defendido a Overli muchísimo porque los tres o cuatro de Huelva que están exponiendo siempre nunca han hecho ni dicho nada por él.
LA CREACIÓN ARTÍSTICA
S. F: A mí me han tachado de funcional o demasiado racionalista al relacionarlo con que he hecho cosas de líneas puras, pero nunca me lo he considerado. Por supuesto creo que la arquitectura es una labor social y debo estar y meterme en la mente del cliente y servir a la función que le quiere dar. Pero sin renunciar a la creatividad, y así lo intento, dentro de mis posibilidades.
1º Premio Colegio Oficial de Arquitectos 2011. Graderíos en Campo de Fútbol en San Juan. Arquitectos: Samuel Fortes Anillo y Juan Francisco Gil Ballester.
M. D: Creo que lo que queda en la memoria siempre es el impacto. Si piensas en Goya piensas en ‘Saturno devorando a sus hijos’ o en los ‘Fusilamientos del 2 de mayo’, otras las tienes más borrosas y las demás se te olvidan. Sabes que están las pinturas negras….Y de Velázquez igual, sobre todo ‘Las Meninas’, primero de las obras más importantes, ‘Las Lanzas’… Generalmente de los pintores se te quedan una o dos obras, las más representativas donde se llega, digamos, de alguna forma especial al público. Pero si piensas en los pintores de Huelva, ¿con qué te quedas? Con nada.
S. F: Y eso que Huelva tiene fama de grandes artistas: Vázquez Díaz, José Caballero…
M. D: Bueno, José Caballero es una obra importante pero la última obra ni se mira, ni cotiza, ni nada. Lo que el mundo busca en la pintura es lo que te produzca a ti mismo y lo que se te queda, no solamente visual, sino de diálogo contigo mismo; Que la obra establezca un diálogo agradable y que siempre se produzca. Siempre me pregunto más a mí mismo para qué sirve lo que hago, el por qué ¿Esto lo compraría yo, lo tendría años y años en casa? No lo sé. Por ejemplo, mi obra ‘Premonición’ es un cuadro que me hubiera quedado. Quizás este místico de ahora, el que tiene como laberintos que has llamado ‘Caos’ en la muestra, es un tipo de cuadro que me apetece seguir mirando.
Caos: Una de las más recientes creaciones del artista.
S. F: De hecho estás tendiendo a quedártelos porque no los estás enseñando mucho. Pero tú no eres objetivo, no eres el comprador, eres el artista y por eso eres crítico.
M. D: Por eso me perdono la vida. Hace poco me encontraba con una persona, y me ha pasado muchas veces. Tengo tu cuadro todavía en el sitio preferente del Salón y aunque llevo 20 años mirándolo cada vez me gusta más. Y me dejó flotando…
S. F: Eso le pasa a la mayoría de los artistas, que son mucho más aclamados pos-mortem, curiosamente. La creación es un proceso doloroso y contradictorio.
M. D: Creo que los artistas y más concretamente los pintores, incluido yo, somos los malditos del mundo. Creo que trabajamos muy ‘sordamente’; un cantante saca un disco y lo expone. Nosotros trabajamos siempre en los estudios, encerrados, con nosotros mismos. No he conocido ningún pintor que tenga facilidad para expresarse porque nuestra dialéctica se produce ‘dentro’ (de la obra). No tenemos respuesta ni diálogo con nadie, sino con nosotros mismos, por lo que generalmente las respuestas nos las damos nosotros. Y cuando tenemos que volcarnos hacia fuera pues, a mí me resulta terriblemente difícil porque no encuentro los términos para explicar lo que me valía en aquel momento y quizás ya no me vale ahora.
S. F: He oído muchas veces que actores y estrellas de cine son ultra tímidos
M. D: Me lo creo. A Pepe Sancho, que acaba de morirse, le hice un retrato en casa de María Jiménez, en Las Rozas, y se quedó sorprendido. ¿¡Cómo me has hecho esto, esto es lo mejor que me han hecho en mi vida y mira que me han hecho cuadros?¡
CRISIS ECONÓMICA Y ARTE
S. F: Aunque me pese admitirlo ahora que he montado junto a mi compañero Juan Francisco Gil el Centro de Arte ‘Clandestino’ en San Juan, no parece que sea buen momento para la Cultura o la Creación Artística como prioridades en la sociedad.
M. D: Sí. Yo no me quiero incluir en esa lista claro está, pero si miras atrás ves que Velazquez sigue perviviendo en el tiempo, al final los pintores son los que quedan; o el caso de Van Gogh que parece que el pobre se tuvo que suicidar. Sin embargo las profesiones tan cotizadas como futbolistas, empresarios, banqueros, políticos, etc.…. Desaparecen y los pintores se quedan. ¡Y somos los más desgraciados del mundo¡ Casi todos, claro, los que no se someten a los dictados de los poderes fácticos de hoy, comparables a lo que pudo ser en su día la Iglesia. Yo he conocido a pintores que han desaparecido y llevaban una trayectoria potente. Tuve a un amigo que era una maravilla y no vendía nada y el pobrecito mío se suicidó. La mujer le metía la puya y quería que pintara lo que había que pintar para comer y él no podía porque era superior a sus fuerzas. Se machacó, perdió la cabeza y se suicidó…. ¡Qué poder tendrá eso¡ A mí me pasa en cierto modo también pero lo echo fuera, que es lo que más vergüenza me da.
Creo que a mí me han perdonado mucho la vida por pintar algunas mierdas, gente que me ha apreciado. Ha habido épocas en las que no vendía nada. En mi época de vagabundeo me he quedado hasta debajo de un puente. Estudiando Bellas Artes me iba a los puestos de pollo para que me dieran las carcasas para poder comer porque había días que no tenía nada que meterme al cuerpo, tanto en Sevilla como en París.
S. F: Sin ayuda de la familia ni de nadie, como un espíritu libre.
M. D: Siempre libre, desde muy joven. Mi padre me ayudaba un poquito pero casi nada, como si te dieran ahora 100 euros al mes, que no es nada, pero para mi era suficiente y yo con eso hacía filigranas. Me dediqué a hacer. Mi vida es para escribir un libro. Pintaba copias, me salió un señor que vendía copias de láminas y le dije que por qué no las vendía pintadas. Me preguntó si sería capaz de hacerlas y le hice una barbaridad que eran maravillas y me las pagaba a nada, como para comer un par de días: De Van Gogh, de Pissaro… Le hacía verdaderas virguerías, igual al original. A los 20 años me encontré al ayudante de un anticuario que me dio una tabla antigua y ya con agujeros y picada y me hizo pintarle al temple al huevo, y luego al óleo una estampa de Rubens y me enteré por ese hombre que la vendió como auténtica, de lo perfecta que quedó. La necesidad crea el órgano y yo tenía que comer. Tenía que pagar el estudio junto con otro y no había otra y hacía yo unas copias perfectas.
S. F: Volviendo a Huelva, hay temáticas inevitables que sí se repiten en sus artistas: Marinas, playas, marismas y de eso hay mucho en tu obra pasada y en la actual.
M. D: Sí y además temáticas en las que me adelanto a muchos de los artistas más conocidos de Huelva, tanto de los jóvenes como de los de mi edad o mayores. Yo hice una exposición en 1999 que incluía muchas dunas en color, y luego hay quien las ha hecho en monográfico en blanco y negro con mucho éxito. He usado muchas cosas, como las barcas que luego han hecho también otros pintores. Mi amigo Manolo Rivas tiene barcas grandes mías, pero yo las hacía como bocetos y apuntes, no aprovechaba el tema como para hacer una serie completa y meterme en profundidad. Que yo alabo el gusto de lo que han hecho otros que lo hicieron muy bien.
Marisma: Una de las nuevas obras de la muestra Renacimiento.
S. F: Muchas se han vendido muy bien y a buen precio.
M. D: He sacado y trabajado muchos temas. A mi un artista onubense me llamó cuando estaba empezando, fui a su casa a verlo y aconsejarle y creo que lo potencié bastante y con los años, ya metido en un organismo público y esas cosas, organizó una exposición itinerante con los pintores de Huelva que viajó por Europa y me excluyó a mi. Fíjate, cuando fui de los primeros que lo potenció y le vendí cosas, incluso se lo recomendé a algunos clientes míos. La verdad es yo tenía que haber estado ahí y me afectó porque yo le quería mucho. A mi siempre que me llegan los chavales jóvenes los intento apoyar.
S. F: Entre mis compañeros los arquitectos también hay bastantes críticas y acusaciones de si uno u otro es más o menos copión. Que si determinado proyecto es una copia de una casa de un arquitecto internacional muy conocido o lo ha sacado de tal revista.
M. D: A mí es que me parece que con Huelva, y con Punta Umbría también, algunos arquitectos de mierda han hecho verdaderas barbaridades. Tengo álbumes y fotos de Huelva e Isla Cristina maravillosas, de la Huelva antigua y que son inéditas. En Punta Umbría han levantado auténticas basuras en un contexto donde los ingleses, que fueron los únicos que entendieron a Punta Umbría, habían contemplado un paraíso y que debían de haberse quedado con ellos. Han metido cosas pretendidamente modernas en un contexto donde estaba todo lo inglés…Y la gente ¡¡oh¡¡
S. F: Pero aunque tú empezaste siendo dibujante y has sido retratista tanto tiempo también te sales a menudo del realismo hacia obras mucho más abstractas.
M. D: Sí y he traído algunos ejemplos en esta exposición en San Juan, pero hay gente que dice “dibuja bien pero pintor, nada” (risas). Tengo hecho un Cristo, por ejemplo, que es ‘mi Cristo’. Y eso es una obra que ahí está, un poco en respuesta para aquellos que decían “es que este no sabe pintar”, bueno, pues ahí hay una pequeña muestra.
PREPARACIÓN DE ‘RENACIMIENTO’
S. F: Has llevado con cierto sufrimiento la creación de esta última muestra y yo he podido experimentarlo en parte durante el proceso.
M. D: Yo es que temo mucho. Me hubiera gustado hacerlo quizás con más tiempo. Además me ha cogido este tiempo horrible de lluvias que ha pasado y que el día que no hay viento, hay lluvia y me tenía destrozado. Y tengo que estar respirando eso – las pinturas- y lo he pasado mal con la exposición, la verdad. Ya no hago ninguna más. Si fuera verano hubiera puesto los cuadros fuera y se hubieran secado mejor…
S. F: Me gustan mucho tus dibujos al carbón y los desnudos que has hecho para Clandestino, aunque también aprecio las obras más abstractas y modernas. A mi Saura, por ejemplo, me resulta muy impactante.
M. D: Me gustan casi todos los estilos y lo que hace Rothko con el color me apasiona. En el estudio de Antonio Saura en Madrid estuve hace muchísimos años, y también con Zarco y muchos otros pintores. Cuando me dieron el premio de niños (fui representando a Huelva) Pepe Hierro dijo una cosa muy bonita. Estábamos en Puerta de Hierro los mejores niños de España pintando y dijo él, tras presentarse todos los cuadros: “Lo que más sorprende es la intención de aquel niño que ha pintado el arco de unas manos entrelazadas” y me fui metiendo en el asiento para que no me mirara y me hice pequeñito, pequeñito….Porque él hablaba en general “Ha representado la unión, lo más importante de la vida, la Amistad”, porque Pepe Hierro era maravilloso “darse la mano, sentir el tacto del otro”, hizo un discurso fantástico. Ahí me di cuenta de que la pintura o el arte se expresa a través de lo que verdaderamente deseas comentar como importante.
De lo demás…Sí, yo veo paisajes absolutamente maravillosos, tengo mi Facebook lleno de paisajistas maravillosos. Gente que ya es insuperable desde Constable o Turner, que es Dios, si tuviera que definir a Dios lo defino como Turner.
S. F: ¿Pero te sigue gustando salir y pintar del natural o ya no lo haces?
M. D: A mi me ha salido algún cuadro reciente, como el de las marismas que tiene algo de Turner. He ido muchísimo a copiar del natural en otras épocas, lo que ocurre es que me condiciona, entonces se que esa asignatura no es la mía, porque me va a estar condicionando hacia el academicismo. Hay pintores buenísimos de esos como Vitaly Makarov, yo nunca hubiera podido llegar a eso pero es uno, grandioso, o quizás John Cook y alguno más, pero pare de contar, los demás son ya convencionales: La cataratita, el fondo, esto y lo otro…Y son cuadros muy bonitos y es un arte detrás el que hay. Sí es arte, pero quiero decir que hay que intentar indicar algo más con la obra de lo que es una profesión o un trabajo bien realizado, es difícil de explicar lo que quiero.
S. F: Paul Klee venía de la escuela Bauhaus alemana y crece cuando se va a Túnez. Y no sólo en el cromatismo, sino en la composición, en cómo dibuja la línea.
M. D: Yo me estoy yendo a eso, hacia lo más puro, al color. Porque realmente es muy difícil de manejar. Son muchos pintores como Barceló, Picasso o Gauguin los que tiraron hacia donde está de verdad la vida, lo que verdaderamente te mueve.
S.F: Yo creo que es lo más difícil, a mi es lo que más me ha costado, de lo poco que he hecho me defiendo mucho más con un carbón que con un color.
M. D: Yo entiendo que sí, que el color es lo más difícil, sobre todo crear esa armonía entre los diferentes colores, que no se peleen, que estén en consonancia, que se quieran.
S.F: Armonía y sobre todo equilibrio, eso lo tiene ese cuadro último tuyo de líneas geométricas, al que yo he denominado Luz en la exposición.
M. D: Eso lo ha hecho Barceló en la sala esa de la ONU. Yo había hecho algo así hace años en un local de Campillos en Málaga – los Alcatraces, que duró mucho tiempo-. Hice eso con sprays y cosas, estudios con hierro y creé unos baños que eran como una especie de gruta y sobre eso empecé a echar colores, etc. Barceló lo ha hecho ya muy profesionalmente y para mi es un recurso fácil, facilísimo. Esto que yo estoy haciendo en la tabla es más complicado. Porque en un momento dado haces así (mueve la mano) y ese color se te cubre y se jode y eso ya es una puñetera mierda. Es muy delicado.
S. F: Además de que no es la misma cota. Lo de Barceló es una cosa o un espacio megalómano y tú te estás enfrentando a un lienzo.
M. D: A mi amigo Baena le comenté que este cuadro que he hecho a modo de estructuras podría haber dado lugar a una gran obra en un techo. ¿Te imaginas todo un techo hecho así? ¿Desde lo más gordo a los fragmentos más pequeñitos, dentro de una bóveda grande? Eso tiene un trabajo que fíjate, pero claro, si a mí me dan el dinero que le han dado a Barceló, fíjate, me llevo allí 2 años e imagínate lo que hago. No cojo el dinero y hago así y me voy, no, no, qué va. Yo hubiera hecho eso bien.
S. F: Para irte ahí a vivir, como Gaudí con la Sagrada Familia o Miguel Ángel con la Capilla Sixtina…
M. Díaz: ¿Te imaginas planos que estén así sobrepuestos como en un terremoto de donde cada vez se van formando más para quedar cada vez las más pequeñas y las más oscuras para que se vea que aquello se produce? ….No sé si me explico.
S. F: Estando enfadado como pareces con muchos aspectos de nuestra cultura y lo mal que está el país, Andalucía, da la sensación de que en tu obra el ‘compromiso’ se refleja o se limita, sobre todo, en el amor a la naturaleza.
M. D: La verdad he pensado en estos tiempos tan duros hacer algo con un mensaje más explícito, pero como siempre he practicado una temática muy centrada en la Naturaleza, mi compromiso está ahí, con la Belleza y el respeto a la Naturaleza.