Si viviera D. Miguel Raya, seguro que pediría que le quitasen su nombre a esta plaza.
En Huelva se le recuerda, tanto por su elegancia, como por su educación, en el trato por las personas. Fundador de una cadena de comercios de ropa en nuestra capital que han sido referente de su carácter y singularidad. Pues este es el recuerdo que se le está haciendo en su memoria:
Una Plaza céntrica, de este barrio, tan castizo y popular, como es el Molino de la Vega.
Una Plaza, donde confluyen comercios y servicios, tan solicitados, como el Centro de salud, el colegio José Oliva, la Asociación de vecinos…
Una Plaza, que por su peculiaridad de estar a más altura de las calles confluyentes y de esta forma, más aislada del tráfico. Presenta unas condiciones idóneas para el esparcimiento, el descanso y el encuentro tanto de padres con hijos pequeños, que al jugar más seguros en ella, pueden relajarse en un entorno seguro , como de mayores, que con una buena conversación disfruten de la tarde y de sus nietos o hijos .
Pero por desgracia, esto no es así.
La plaza, desde su remodelación, se ha convertido (más bien lo es realmente) en un campo de fútbol, incomprensible, dado que las pistas deportivas están a solo 50 metros, pero éstas, se alquilan por horas a grupos de adultos para la práctica de futbito).
En ella es imposible, el descanso , la conversación y la tranquilidad de la que hablaba. Entiendo que los niños pequeños puedan jugar con una pelota, con bicis, o demás juguetes. Pero lo que aquí nos encontramos son grupos de 15 ó 20 adolescentes, ocupando la plaza al completo, es decir, partidos de fútbol en toda regla.
No es un lugar seguro ni para pequeños, ni para mayores. Sólo para los que estén dispuestos a llevarse un balonazo o un empujón, eso sí, sin que le pidan perdón, más bien un comentario desagradable y despectivo.
Todo lo que pueda decir, está de más. Cuando le han perdido el respeto a este espacio. Todo lo que viene después ya se sabe: suciedad, excrementos, pintadas, bancos rotos o inexistentes, carencia total de vegetación alguna en las jardineras… Y por la noche, el botellón, consumo de alcohol y otras sustancias, hasta las tantas de la madrugada. En un espacio de luz y color, donde no faltan competiciones deportivas de balonazos a fachadas, tiro de jabalina de restos de bancos de madera, etcétera, etcétera.
Entiendo que en convivencia , nadie tiene toda la razón , pero si el derecho a que se le respete , tanto a la persona , como a su entorno.
Las fotos que a continuación reproduzco, son sólo una pequeña muestra, de lo que nos encontramos diariamente en esta plaza de Huelva:
Juan Luis Valencia, en nombre de todos los vecinos de esta plaza.