La Revista anual de las fiestas Patronales de San Juan del Puerto que se celebran en honor a San Juan Bautista, contiene numerosos e interesantes artículos. Y de ella hemos extraido para publicar en nuestra sección histórica, éste titulado Huelva en las Islas Galápagos, y que ha sido escrito por Alberto Casas Rodríguez. Esperamos que os guste:
Vasco Núñez de Balboa, acompañado por un grupo de españoles entre los que había varios de Huelva, como Pedro Martín de Palos, Juan de Beas, Juan García, Juan Gallego, y Pedro Fernández, de Aroche, entre otros, descubrió el Océano Pacífico (Mar del Sur), un martes, 25 de septiembre de 1513.

Vasco Nuñez de Balboa
El acontecimiento, de suma importancia, suponía la posibilidad del descubrimiento de nuevas tierras, de la explotación de sus riquezas y el establecimiento de un puente marítimo con las islas de las Especierías en las Indias Orientales. Asimismo, abría rutas para la exploración de la costa occidental americana en la búsqueda de un paso que comunicara los dos océanos, labor en la que también destacaron marinos de Huelva, como Andrés Niño, Antón Martín y Alonso Quintero.
Con la fundación de Panamá comienzan las expediciones marítimas del Pacífico, principalmente, de las aguas que bañaban las costas al sur de la Castilla del Oro y que realizan navegantes, como el Adelantado Pascual de Andagoya y, especialmente, el moguereño Bartolomé Ruíz, el verdadero descubridor del Perú y el primero que llevó a Panamá noticias del fabuloso imperio de los Incas. Bartolomé Ruiz barajó aquellas costas cartografiándolas, siendo el primero que atravesó la línea equinocial reconociendo el litoral norte del Arauco (Chile) y dando cuenta de la existencia de una poderosa corriente que hoy se llama de Humboldt, exploración que, más tarde, continuó y completó el también moguereño Juan Fernández Ladrillero, del que Andagoya dice en una carta que escribió a Carlos V que «es el hombre de más verdad, ciencia y habilidad que había encontrado».

Placa Homenaje a Juan Ladrillero en Puerto Natales (Chile)
La conquista del Perú originó una serie de conflictos entre pizarristas y almagristas sobre los límites de sus respectivas gobernaciones, enmarcadas en territorios tan amplios como poco conocidos, situación que decidió al Emperador a nombrar al obispo de Panamá, Tomás de Berlanga, para que arbitrara en tan enojosa cuestión. El obispo fracasó en la misión encomendada por la intransigencia tanto de Pizarro como de Almagro, pero ha pasado a la historia como el descubridor de las islas Galápagos, e 10 de marzo de 1535.

Estatua de Fray Tomás de Berlanga en Berlanga de Duero (Soria)
Situadas en el Océano Pacífico y atravesadas por la línea del Ecuador, latitud 0° y longitud 900 oeste, el archipiélago, que también se llama de Colón, se halla a unas 600 millas del lugar más próximo de la costa occidental suramericana.
Formado por unas quince islas y alrededor de cincuenta islotes, se halla en un punto geográfico que constituye una auténtica encrucijada de corrientes y contracorrientes que hacen que su navegación, a vela, se convierta en una peligrosa aventura, tanto a la ida como a la vuelta, aunque todo indica que hasta ellas llegaran algunas expediciones precolombinas que no se asentaron por sus nulas condiciones de habitabilidad al carecer de agua potable, de tierras cultivables y de minas productivas, circunstancias a las que se añaden una intensa actividad volcánica y los accidentes meteorológicos que cubren las derrotas de ida y retorno.
El obispo Berlanga, remite al Emperador un detallado informe del descubrimiento, en el que explica cómo las naves se engolfaron arrastradas por los alisios del nordeste y la corriente surecuatorial, que puede alcanzar los 3 nudos de velocidad, hasta que divisaron las islas en las que recalaron con grandes dificultades. Al efectuar los correspondientes cálculos náuticos hallaron con sorpresa que se habían alejado de la costa unas 600 leguas. La vuelta hacia tierra firme constituyó un prodigio de pericia del piloto que maniobró hasta meterse en la corriente ecuatorial que corría hacia el este.
Berlanga las describe como pobladas por “lobos marinos e tortugas e galápagos tan grandes que llevaban cada uno un hombre encima, e muchas iguanas que son como sierpes”.

Tortuga de las Galápagos (imagen: wikipedia)
Sin embargo, este descubrimiento pasó casi desapercibido por las causas mencionadas, por lo que durante mucho tiempo sirvieron de refugio de piratas y de balleneros que fueron dando nombre a cada una de las islas: Chatham, Charles, Albermarle, Narborough, James, duque de Norfolk, Barrington, Abingdon, Duncan, Bidloe, Jervis, Hood, Tower, Wenman. El 12 de Abril de 1831 la República del Ecuador tomó posesión del archipiélago fundando la capital, Puerto Baquerizo Moreno, en la isla San Cristóbal, que es la que reúne las mejores condiciones para sostener una población y tiene buenos fondeaderos para los buques.
El estudio de la fauna y flora de estas islas fueron determinantes en la elaboración de las teorías de Darwin, que las visitó en 1835 durante su periplo a bordo del Beagle, mandado por el capitán Fitz Roy.
Con motivo del IV Centenario del Descubrimiento, que se celebró en Huelva, el gobierno del Ecuador decidió y aprobó una nueva toponimia de las islas Galápagos, que desde entonces es la siguiente: San Cristóbal, Santa María, Isabela, Fernandina, San Salvador, Santa Cruz, Santa Fe, Pinta, Pinzón, Marchena, Rábida, Española y Genovesa.
En 1981, la Unesco las declaró Patrimonio de la Humanidad.
Alberto Casas Rodríguez
Podréis leer este y otros interesantes artículos en la web del Ayuntamiento de San Juan del Puerto: www.sanjuandelpuerto.es
Fuente:
Revista de las Fiestas Patronales de San Juan Bautista 2011. San Juan del Puerto (Huelva). Edita: ILMO. Ayuntamiento de San Juan del Puerto (Huelva). Pp. 96-97.