En los dos años y tres meses que llevamos en la red, no habíamos dedicado un artículo en exclusiva al Nuevo Mercado del Carmen, y eso que hemos tenido razones, porque además de los indeterminados retrasos y su fea forma, se merecía por sí sólo formar parte de este club cateto por uno de los motivos de su retraso de 3 años que más en evidencia puso a su arquitecto: el diseño de la puerta del muelle de carga impedía la entrada de mercancías.

Sería en Septiembre de 2005 cuando, en puertas de la precampaña de las elecciones municipales de 2006, se colocaría la primera piedra de manos del alcalde Pedro Rodríguez, de la que sería la construcción de más lenta ejecución de la ciudad, el Nuevo Mercado. El arquitecto responsable del proyecto es el onubense Joaquín Aramburu, que recientemente ha sido galardonado con el premio Ciudad de Huelva.

Cuatro años y medio más tarde y coincidiendo con el día de San Sebastián, Patrón de la ciudad, se hacen unas anticipadas jornadas de puertas abiertas para saciar las ansias de los ciudadanos por conocer su nuevo mercado, su “plaza”, el lugar que reunirá la vida de la ciudad durante las próximas décadas, y que llevaba “casi listo”, pero vallado, desde hace más de un año.
Con más vergüenza torera que otra cosa, Don Pedro, ha sido el encargado de hacer esta preinaguración en loor de multitudes. Miles de onubenses se agolpaban alrededor del mercado para conocerlo de cerca antes de su apertura oficial, prevista para el 2 de Febrero (lo que no deja de ser una excusa para salir en la foto hasta en 4 ocasiones: colocación de la primera piedra, inauguración del parking, estas puertas abiertas y la futura inauguración). Sin embargo, puedo calificar a esta preinaguración de rotundo éxito, aunque no exento del nuestro más característico componente catetil. Éxito, porque el aplauso y la satisfacción es generalizado. Todos comentaban las grandes ventajas de este nuevo mercado, luminosidad, amplitud, espacio, entradas automáticas por cada parte de la manzana, párking, etc. Pero con su componente catetil porque ahí estábamos todos como si de una feria de muestras se tratara, con azafatas y todo, cuando lo único que se puede ver es un espacio vacío y sin más vida en los puestos, que el de algún técnico ultimando las instalaciones.

Desde su inicio este edificio se encontró con varias piedras en su camino, y es que el proyecto original de Aramburu (más espectacular que éste como se puede ver en la imagen) tuvo que ser modificado. Originalmente se planeaba construir cuatro plantas de aparcamientos subterráneos, pero esta idea tuvo que ser desestimada debido al tipo de suelo (marisma), ya que hubiese requerido una cimentación que hubiese duplicado el importe de la construcción.

Proyecto Original del Mercado. Imagen: JaVI®, Fuente: www.skyscrapercity.com
No obstante, para el edificio que conocemos se ha tenido que llegar a los 33 metros de profundidad para poder encontrar una capa consistente sobre la que realizar la cimentación. Así que finalmente se optó por una planta subterránea de uso exclusivo para los comerciantes y distintos suministros, y un edificio anexo que aloja el parking propiamente dicho. Sobre él ha comentado Rodri en la preinaguración: «es el único mercado de España que cuenta con 700 aparcamientos». Sobre lo que me gustaría puntualizar que por una parte no se cumplió lo proyectado, ya que inicialmente eran 890 plazas (como se puede ver en la valla de la obra), y por otra parte tiene el hándicap de no estar conectado directamente con el mercado sin tener que salir a la calle y que además es bastante caro como para justificar el ir al mercado en coche, 1’85 € me cobraron por una hora de párking, más de tres veces más caro que hacer uso de la zona azul.

Valla de la obra. Imagen: JaVI®, Fuente: www.skyscrapercity.com
Si nos fijamos en el panfleto que editó el Ayuntamiento, el proyecto tenía una ejecución prevista de 18 meses que, como todos sabemos, se ha postergado hasta los 52 por la razón nombrada al principio del artículo y otros motivos logísticos. Retrasos de los que no se ha informado a la ciudadanía durante estos tres años, la única información la íbamos recibiendo con cuentagotas de parte de los propios comerciantes cuando comprábamos.

Panfletos del Proyecto. Fuente: www.huelva.es
Pero bueno, el caso es que ya está, ya lo tenemos, y no quiero contagiarme de ese espíritu de aguafiesta, de pesimista, de ver el vaso medio vacío; pero tampoco de esa amnesia de tres años que han hecho muchos onubenses durante la preinauguración, prefiero disfrutar el hoy, pero teniendo muy presente el pasado, así que como buen curioso (y cateto) que soy, no pude evitar visitarlo en sus jornadas de puertas abiertas.


Mi sensación fue la misma que la de la mayoría de onubenses que lo ha visitado, espacioso, amplio o diáfano son algunos de los adjetivos que me vienen a la cabeza, pero también quiero resaltar la limpieza y pulcritud debido al aséptico metalizado de todos los puestos. Me ha gustado mucho la sensación de orden que da, y el código de colores y uniformidad en los carteles de todos los espacios para los detallistas. Estos son los números del nuevo mercado: una superficie construida de 30.000 metros cuadrados, de los cuales, 5.900 están dedicados a la venta. Cuenta con 189 puestos de los cuales 61 son de pescado, 49 de carnes y chacinas, 46 de fruta y verduras y 33 puestos dedicados a varios productos como una cafetería, un bar, unos puestos de flores y varias churrerías. Todo ello en un recinto, que además está equipado con un sistema de videovigilancia que estará supervisado 24 horas al día por un profesional especializado. Sin embargo y según pude oír a algún comerciante mientras visitaba la instalación, “Estas puertas son como papel de fumar”, y efectivamente así es, dando la sensación de que con un simple destornillador y haciendo palanca se pueden abrir. Pero no es el único problema que le he visto, también añado la ausencia de pilotes exteriores “antialunizajes”, y es que este tipo de robo está por desgracia muy de moda, y habría que evitar que se produzca, por mucha cámara de vigilancia que haya.

Otro problema es el que describen las floristas, indignadas por las filtraciones de agua detectadas en los puestos de flores. Según he podido leer en los diarios, han tenido que levantar la solería para solucionar el problema y que, aunque los puestos deben estar listos para la primera semana de febrero, «no lo van a estar. Esto es un desastre». A esto unen que las paredes son de chapa y en verano se recalientan, «ya hicimos la prueba en agosto, medimos la temperatura y había 45 grados en el interior, esto es inhumano».
Lo cual demuestra que hasta que no se empieza a habitar un nuevo edificio no se le ve los defectos, y seguro que no van a dejar de salir, pero eso me parece hasta cierto punto normal. Peor me parece la información que obtuve tras un paseo por el antiguo Mercado y una informal “entrevista” a algún que otro detallista. Y es que parece ser que los futuros ocupantes del nuevo edificio aún están a la espera de que lleguen las cámaras frigoríficas que se han de colocar en varios puestos y que hasta que no estén no se pueden mudar. También, me enteré de que no confían en que el traslado se vaya a realizar el día 2 como se ha anunciado, ya que les están diciendo desde el Ayuntamiento que la resolución de los problemas logísticos puede retrasarlo hasta el día 9 ó 10 de Febrero.
En fin, un nuevo retraso, pero bueno, después de 3 años no creo que importe una semana más. Lo que está claro es que la apertura oficial es inminente y que los onubenses vamos a poder disfrutar de un Mercado que llevábamos muchos años mereciéndonos, sobre todo por parte de los comerciantes, que tenían que trabajar con un insalubre y malsano ambiente, en un edificio abandonado, por desgracia, a su suerte, y que si no se pone remedio pasará a engrosar la larguísima lista de edificios derruidos de nuestra capital.
Sr. Rubio.
Fuentes: www.huelvainformacion.es, www.vivahuelva.es, www.odielinformacion.es, www.skyscrapercity.com.