A finales de Junio fuimos en actividad escolar un grupo de padres a la Playa del Parador de Mazagón, era un día de diario y temprano. Al bajar al aparcamiento más cercano a la playa nos encontramos con una señora que, con acento extranjero, no exigió dos euros por dejar allí el coche. A cambio nos dio un ticket sin ningún tipo de datos identificativos, ni CIF, ni nombre, ni dirección, que además le exime de cualquier tipo de responsabilidad de lo que le pueda ocurrir al coche. Mirando alrededor, nos encontramos un coche de la marca Lexus con matrícula de Holanda, aparcado al lado de la caseta de madera que está a la entrada del aparcamiento, que tenía toda la pinta de ser el coche de la señora «gorrilla».
La historia es desconcertante por varios motivos.
– 1º. Pagar 2 € por aparcar en un playa pública que, en ese momento se encuentra totalmente desierta.
– 2º. Que el dinero por aparcar se lo quede «alguien» sin ningún tipo de identificación fiscal o legal, lo que simplemente se llama «economía sumergida». (Si pensamos en la cantidad de coches que pueden pasar por ese aparcamiento a lo largo del verano y lo multiplicamos por dos euros la cantidad es considerable).
– 3º. Que quien ejerce ese «trabajo» es una señora mayor con más pinta de estar alojada en el Parador que de aparcacoches, y que conduce un Lexus, que viene a ser un coche de lujo.
Espero que alguien sepa algo más, porque la sensación que me queda es que me están robando.
Tachenko.