Emporio
Dejando a un lado la cuestión geográfica, otro texto destacable es de Pseudo Escimno donde indica: “Vecina a esta se encuentra la noble ciudad (…) de (…) Gadira, después de esta se halla (…) el riquísimo emporio llamado Tartessos, ciudad Ilustre”.
En esta cita es reseñable la descripción de la ciudad como emporio, entendiéndose como una ciudad meramente comercial, donde acudían distintas civilizaciones con esos objetivos. Y ¿cómo ajustar esta definición a esta teoría?
La arqueología ha dejado patente cómo en los territorios tartesios hay dos zonas diferenciadas, una la zona Huelva que aglutinaba el comercio de metales y productos de la siderurgia, y una segunda en la de Doñana más dedicada a la agricultura y ganadería.
Esta división es significativa ya que todos los textos que hablan de la mítica ciudad, hablan casi exclusivamente de su riqueza mineral, hecho muy relevante a mi entender.
Por otro lado, en el dragado que se hizo en la ría se hallaron numerosos objetos, como armas construidas en la zona, así como diversos objetos griegos y de otras civilizaciones (y más que queda en el fondo), lo que unido a otras circunstancias, demuestran, según numerosos autores, que en el lugar se encontraba un puerto comercial de gran importancia, muy posiblemente anterior a la fundación de Gadir.
Una vez en la ciudad de Huelva, se comprueba que está construida sobre la ciudad romana de Onuba, la cual, a su vez, se encuentra sobre la Huelva Tartesia, cuyos restos aparecen en una gran extensión. Al examinar la ciudad Tartesia, se comprueba que en ella hay tres zonas diferenciadas. Junto a la zona de los Tartessos, se encuentran otras dos a modo de barrios, uno meramente griego y otro fenicio, que convivieron con la citada civilización, y que estuvieron dedicados a comerciar. De hecho, en las excavaciones para la construcción de un edificio en la ciudad de Huelva, sobre lo que sería la zona griega, aparecieron innumerables restos de objetos de esta cultura. Igualmente están los restos de un muro de contención fenicio, construido por éstos como objeto del comercio establecido.
Todo ello deja ver claramente que la ciudad tartesia de Huelva, era un gran centro de comercio, ajustándose al texto antes citado, ya que demuestra la convivencia y las relaciones comerciales entre estas civilizaciones más que la colonización o conquista por parte de las extranjeras, si bien, ejercieron notable influencia sobre ellos (periodo orientalizante). Unido a ello, hay restos de otras civilizaciones como, por ejemplo, los etruscos, que eran conocidos como piratas muy agresivos fuera de sus posesiones, pero que al parecer también comerciaban en el lugar.
Una tumba real
Otra cuestión a tratar sería los extraordinarios hallazgos del Cabezo de la Joya, en plena ciudad de Huelva, donde se encontró una necrópolis en la que una de las tumbas tenía características distintas a lo hasta el momento encontrado.
En ella aparecieron gran cantidad de objetos de valor, nada habituales en las otras tumbas de esta civilización, destacando entre ellas un carro, posiblemente de guerra, que debió pertenecer al difunto, lo que da al hallazgo el carácter “único” y de posible tumba real, al no haber otra similar.

Carro hallado en la Joya
Si bien el carro es el hallazgo más significativo, no son menos las estelas funerarias que al parecer representan enterramientos reales. En ellas aparecen grabados de escenas con personajes en distintas situaciones y además, un carro de características casi idénticas al encontrado en la Joya, como se puede observar en las imágenes de a continuación.

Estela funeraria de enterramientos reales
Esto posiblemente podría quedar bastante esclarecido si los textos grabados encontrados en la tumba algún día pudiesen descifrarse, y como aparece en uno de los rótulos del museo de Huelva “¿y si pusiese Argantonio?”.
La ciudad más antigua de Europa occidental
Hasta hace poco se hablaba de Cádiz como la ciudad más antigua, por su fundación por parte de los fenicios, pero en los últimos años parece quedar bastante argumentado que este título corresponde a Huelva capital, merced a los hallazgos en la zona del Seminario, donde se han encontrado gran cantidad de ídolos religiosos, así como señales claras del establecimiento de poblaciones y zonas de cultivo, todo esto con una antigüedad de 4500 a 5000 años.
Junto a esto, se han descubierto tumbas tartéssicas, romanas y árabes. Todos estos descubrimientos dejan bastante claro que una vez se asentaron los primeros pobladores en la zona de Huelva, ya no volvería a quedar la zona deshabitada.
Esto corroboraría la circunstancia citada en el punto que trataba el hecho peninsular de la zona, ya que a la franja del Seminario se accedería directamente a través de la zona por la que quedaba unida al resto del territorio (indicado en el plano anterior).
Por todo ello, es lógico pensar que una civilización como los Tartessos, que parece confirmado que era autóctona, surgiese de poblaciones asentadas en la zona desde mucho tiempo antes, ya que no sería producto de la colonización de otras civilizaciones, como es caso de la fundación de Cádiz, sino que cuando estas civilizaciones llegaron, los autóctonos ya habitaban en el lugar.
Conclusiones
Todo lo expuesto, hay que unirlo al hecho de que todos los esfuerzos en localizar la mítica ciudad se han centrado casi exclusivamente en la franja de Doñana, como he comentado, entre otras cosas para intentar localizar el supuesto lago que rodeaba la ciudad, forzando el ajuste del resto de características de la zona, no hallando nada que pudiese hacer suponer que en ese lugar ha habido una ciudad de estas características.
Como mencioné con anterioridad, los textos clásicos que sirven para su localización siempre tienden a la exageración, sobre todo teniendo en cuenta que trataban de describir una ilustre ciudad de una rica civilización, adaptando, a mi entender, lo que sabían del tema a lo que conocían directamente, y sobredimensionándolo.
Cabe destacar, el hecho que tras la desaparición de Tartessos por la influencia de Cartago, ya que molestaba al comercio, ese “emporio” comercial se trasladaría a la zona de Gadir, lo que produjo una gran confusión entre los distintos autores, llegando a confundir Tartessos con esta ciudad.
Sin embargo, me parece evidente que punto por punto, la ciudad de Huelva reúne muchas más condiciones para ser Tartessos o la ciudad capital del reino. Resulta muy significativo el hecho que bajo Huelva y Onuba se encuentran los restos de la ciudad tartesia en prácticamente toda su extensión, quedando bien delimitada por las necrópolis halladas en los alrededores, no encontrándose restos de otra ciudad de estas dimensiones en otro lugar, y mucho menos con las condiciones geográficas necesarias.
Por último, me hago la siguiente pregunta ¿por qué nunca se ha encontrado la ciudad de Tartessos? Me inclino a pensar que es difícil de encontrar porque se halla bajo otras dos ciudades, Onuba y la actual Huelva, sin olvidar a la Welba árabe, lo que dificulta con mucho su investigación.
Por tanto, yo seguiré creyendo que bajo mis pies está la ciudad de Tartessos, al menos hasta que alguien, saque una teoría que me parezca más convincente, o se encuentre Tartessos en otro lugar, cosa que particularmente creo imposible.
Neoptolemo.
Fuentes:
AVIENO: Ora Marítima.
ESTRABÓN: Geografía III.
HERODOTO: Historia Libro I.
Carta de Eustatio a Dionisio, 337.
ESCIMNO, 164.
DEAMOS, MARÍA BELÉN: Revista Historia de National Geographic.
FERNÁNDEZ JURADO, JESÚS: Tartessos en el Tiempo.
Diario Odiel Información, 15 de Septiembre de 2006.
www.tartessos.info
www.wikipedia.org