La provincia de Huelva es periférica y fronteriza. A sus barreras geográficas naturales se suma la falta de infraestructuras de comunicación y transporte, que dificulta el acceso hasta la provincia, aisla a las poblaciones e impide al sector turístico desarrollarse, a pesar de las condiciones naturales que la convierten en un lugar con incontables atractivos.
Huelva no puede quedarse aislada. La falta de inversiones está colocando en desventaja a esta tierra con respecto a otras provincias, que disponen de mejores comunicaciones. Además, día a día estamos perdiendo oportunidades de negocio, porque los inversores optan por lugares mejor comunicados para que la producción tenga una salida más rápida y con menor coste.
La falta de mantenimiento en las conexiones por ferrocarril está deteriorando el estado de las líneas, con el consiguiente peligro para la seguridad de los viajeros y de las mercancías, sobre todo las peligrosas.
Perjuicios económicos, aislamiento, falta de seguridad y mala imagen para la provincia son las principales consecuencias del abandono y del olvido del Gobierno central.