Perico se ha ido, pero antes de irse ha soltado una bombita de peste y ha cerrado la puerta para que degustemos el aroma.
Ha cumplido una promesa: el aparcamiento/aeropuerto del viejo Colombino sigue sin ser de pago. A cambio tenía planeado como regalito para Isla Chica poner de pago las calles adyacentes. Al menos es lo que se desprende tras encontrarte al día siguiente de las elecciones con las calles pintadas con la maravillosa gama de colores de la zona ORA. ¿Mucha casualidad? De momento los parquímetros no están instalados, pero algunas líneas antiguas que estaban sin efecto han sido repintadas, mientras que han pintado otras nuevas.

De un día para otro han aparecido las líneas recién pintadas, al fondo se ven las pilas de adoquines preparados para las eternas obras del nuevo acerado