Sabemos con seguridad que es mucho lo que se ha perdido de la ciudad romana de Onoba. Sin embargo también es mucho lo que se ha averiguado en las numerosas excavaciones que han tenido lugar en los últimos años, antes de que la desaparición de la construcción pusiera freno a las investigaciones arqueológicas. Es cierto además que la nueva información obtenida constituye un corpus de datos en bruto que se encuentra necesitado de un tratamiento en profundidad y una visión de conjunto que venga a ofrecer hipótesis de caracterización del enclave onubense en sus diferentes etapas históricas.
Desde la Universidad de Huelva son varias las tesis doctorales que están trabajando en esta línea, dividida en diversos periodos cronológicos y temáticas, con lo que gracias al trabajo de estos investigadores, formados para estar al tanto de las nuevas corrientes, hallazgos e interpretaciones a nivel internacional, se está generando una versión actualizada del conocimiento histórico que tenemos de la antigua ciudad de Huelva.
El ciclo de charlas “Jóvenes Historiadores Onubenses”, en el centro de visitantes “Huelva, Puerta del Atlántico”, se adentra ahora en la etapa romana dando oportunidad de exponer para el gran público, a algunos de los integrantes del grupo de investigación “Vrbanitas. Arqueología y Patrimonio”, dirigido por el catedrático Juan Manuel Campos Carrasco.

Charla del pasado martes en el centro de visitantes Huelva, Puerta del Atlántico.
El martes 16, la arqueóloga Clara María Toscano Pérez, Licenciada en Historia y becaria FPU, nos hablaba del “Periodo turdetano en Huelva”, ese momento intermedio entre la etapa tartésica y la dominación romana, aclarando cuestiones que la investigación daba por sentadas con escaso fundamento y que los nuevos datos están ayudando a desmentir.

Restos interpretados como pertenecientes a la muralla de Onoba, encontrados en Plaza de San Pedro esquina con calle San Andrés (Archivo D. P. Huelva Consejería E.C.D).
Poniendo como ejemplo los hallazgos en distintos puntos de la ciudad para este periodo, entre los siglos V al II a.C., Clara nos ha demostrado que es posible descartar la existencia de una drástica crisis que hiciera sucumbir a la civilización tartésica, pues se produjo una continuidad en el poblamiento y la actividad económica, aunque adaptados a los cambios que se iban produciendo en el entorno mediterráneo.

Terracota hallada en el cabezo de San Pedro en el año 1969 que los arqueólogos fechan entre el siglo IV y II a.C. (M. P. Huelva).
Los autores clásicos nos hablan de la presencia en el sur peninsular de diferentes pueblos, no sólo turdetanos, substrato indígena heredero del mundo tartesio, sino también celtas, griegos, púnicos, más tarde, romanos. No es posible elegir a uno sólo de estos pueblos para definir a los habitantes de Onoba de este periodo. Las excavaciones aportan un registro material que indistintamente contiene elementos característicos de una u otra cultura, en una mezcolanza propia de un lugar donde conviven gentes que pudieron ser o no de diversa procedencia, pero que manejaba utensilios, manufacturas o materias primas que sin duda lo eran, demostrándose una activa economía que, a diferencia de lugares peor comunicados situados en el interior, generaba una cultura abierta a todo tipo de influencias. Pues sí, así de cosmopolita era Huelva ya desde la etapa tartésica, por eso es tan difícil dar una definición étnica de carácter excluyente para esta ciudad en aquellos momentos. Por eso los romanos no tuvieron que civilizar Onoba. No tuvieron que fundar aquí ninguna ciudad ni levantar ninguna muralla, pues ya había todo eso aquí cuando llegaron los primeros romanos allá por las Guerras Púnicas.
Para saber más, sólo tenéis que continuar esta andadura, los martes a las 19 horas, de la mano de estos jóvenes investigadores onubenses que, dicho sea de paso, están haciendo una encomiable labor. Las próximas ponencias:
– 30 de octubre, “Onoba Aestuaria. El pasado romano de Huelva”, a cargo de Salvador Delgado Aguilar, Arqueólogo Licenciado en Historia por la Universidad de Huelva, miembro del Grupo de Investigación “Vrbanitas: Arqueología y Patrimonio”.

Hallazgos en el Convento de las RRMM Agustinas (Imagen cedida por el Servicio de Arqueología, Diputación Provincial de Huelva)
El próximo martes, Salvador Delgado Aguilar, arqueólogo y profesor sustituto interino de la Universidad de Huelva, nos hablará sobre el pasado romano de la ciudad. Onoba Aestuaria es el nombre que dieron los romanos a la ciudad de Huelva y es el tema elegido por este investigador para la realización de su tesis doctoral. Desde hace unos años Salvador está trabajando en la revisión de los hallazgos de este periodo recuperados en distintos puntos de la capital, labor que viene compaginando con su participación en diversos proyectos de investigación nacionales e internacionales. Es nuestro experto en el análisis de las cerámicas de esta etapa, cuyo estudio es fundamental para establecer con precisión la cronología y funcionalidad de las diferentes construcciones detectadas. Esto a su vez permite establecer interesantes conclusiones acerca de la ubicación de diversas actividades económicas dentro de la ciudad y cómo esta evolucionó con el tiempo, según los cambios políticos que se fueron produciendo en el seno del Imperio Romano.
– 13 de noviembre, “El mundo funerario romano en la provincia de Huelva”, por Lucía Fernández Sutilo, Arqueóloga Licenciada en Historia por la Universidad de Huelva y participante en el Proyecto de I+D del Ministerio de Educación, “Funus Onobense: el mundo funerario romano en el occidente de la Baetica”.

Monumento funerario perteneciente a la necrópolis Norte de Onoba, descubierto en el solar del antiguo Colegio Francés.
– 27 de noviembre, “Arqueología de la producción en el entorno de Onoba. Los alfares”, con Jessica O’Kelly Sendrós, Arqueóloga Licenciada en Historia por la Universidad de Huelva y directora del Centro de Interpretación Arqueológica Huelva Milenaria, Cabezo de la Almagra.

Restos romanos hallados en las excavaciones operadas en Plaza de La Soledad 1 (Archivo D. P. Huelva Consejería E.C.D).
Rocío Rodríguez.