La Nevada del 54

Llega el mes de febrero de 1954 y la atmósfera de aquellos primeros días preparaba la que fue una de las mayores nevadas del siglo en la península Ibérica. Los cinco primeros días del mes fueron los más intensos del temporal, la situación viene bien reflejada en la descripción del boletín mensual climatológico de aquel mes:

Días 1 al 7: Hasta el día 6 hay una depresión estable en el Mediterráneo Occidental, originándose a veces mínimos hacia el golfo de Cádiz. Las presiones más elevadas aparecen generalmente sobre Escandinavia y el Atlántico, al oeste de las Islas Británicas. Se originan corrientes aéreas del NE que dan lugar a intensos fríos sobre nuestro territorio y precipitaciones en forma de nieve incluso en Andalucía y Levante, del 3 al 5.

A través del siguiente mapa meteorológico de los primeros días de febrero de 1954 podemos observar la evolución de la situación meteorológica en el momento más crudo de la ola de frío que azotó toda la geografía peninsular por aquellas fechas. Observamos una circulación claramente del NE y una gran lengua de aire frío que avanza sobre España y el sur de Europa canalizada por una profunda borrasca en el Mediterráneo occidental y un fuerte anticiclón hacia Escandinavia y las Islas Británicas.

Centrándonos en el caso de la nevada de Huelva, hay que decir que duró unas 3 horas y se recogieron 40 centímetros. En algunos lugares de la ciudad, la nieve no se derritió hasta pasada una semana. No se producía una nevada tan importante desde 1881. Podéis fijaros que este tipo de nevadas tienen un periodo de retorno medio de 50 años.

En algunas otras ocasiones se han visto copos en la ciudad como en 1915, 1938, 1945 ó 1993. La última ocasión que estuvimos cerca de ver la nieve fue el 29 de Enero de 2006 cuando cayó una nevada moderada en toda la provincia a partir de los 100 metros. En Huelva capital se vio algo de aguanieve en la parte norte de la ciudad. Estuvo lloviendo con fuerza con 3º, algo inaudito por estos lares.

Vamos a centrarnos en las causas de la gran nevada en la capital de 1954. La situación empieza a vislumbrarse el 31 de Enero cuando una gran masa de aire frío procedente del este de Europa empieza a acercarse a la península.

En el siguiente mapa a 500 hpa y superficie del 1 de Febrero a las 00Z podéis ver la masa de aire frío (manchas azules sobre la península). Fijaros lo que señalo con la flecha. Esa “T” es una mini-borrasca que tendrá un papel muy importante dos días después:

Podemos ratificar que viene acompañada de muchísimo frío en las capas altas viendo el mapa a 850 hpa:

Un día después, la mini borrasca sigue acercándose al golfo de Cádiz pero todavía está lejos. En el mapa a 500 hpa podemos observar que la principal masa de aire frío se ha desplazado a Argelia:

Pero en el mapa a 850 hpa observamos que sobre la península sigue existiendo muchísimo aire frío:

En Huelva en estos días se registraron mínimas por debajo de los 0 grados y las máximas apenas llegaban a los 7 grados. Que los días anteriores a la nevada fueran tan fríos, ayudó a que la nevada fuera tan importante porque la superficie estaba helada y enseguida empezó a cuajar.

Y llegamos al día D. La borrasca se siente atraída por la masa de aire frío y se sitúa sobre el golfo de Cádiz. Además sufre un importante reforzamiento y provoca la entrada de aire marítimo y húmedo a toda Andalucía que mezclado con el tremendo aire frío que estaba sobre nosotros desde hacía varios días, provocó precipitaciones en forma de nieve a nivel del mar en casi toda Andalucía.

En el siguiente mapa podéis comprobar el perfecto posicionamiento de la borrasca y su gran reforzamiento:

Uno de los periódicos de la época, el Odiel, reflejaba así el extraño acontecimiento el 3 de Febrero de 1954:

NIEVA EN HUELVA

La capital onubense quedó cubierta al igual que la provincia e incomunicada telefónicamente con el resto de España.

(…)A las seis de la tarde comenzaron los primeros copos, que cayeron en una ráfaga pero abundante. Después de un paréntesis, empezó ya a caer nieve en forma continua, hasta las diez y media de la noche, en que empezó a decaer, disminuyendo paulatinamente hasta que cesó por completo.

Ni que decir tiene que el insólito acontecimiento tuvo inmediatamente sus espectadores: unos se trasladaron hacia los alrededores del Conquero, donde el panorama ofrecía un aspecto magnífico, otros se trasladaron hacia los alrededores del edificio del Seguro de enfermedad, y otros se trasladaron a sus azoteas. A los niños se les asomó a los balcones, y se les enseñó el arte de la bola de nieve, que luego se practicó a conciencia en la Plaza de Las Monjas (…) Tampoco faltaron las correspondientes batallas por la calle Concepción y todos los puntos de la ciudad donde se prestaba al deporte del pelotazo.

Otra cosa son las consecuencias, tanto a las familias humildes por lo que al frío respecta, como por las dificultades para circular, que ocasionaron algunas caídas. (…) En la calle del Puerto, una hermana del Doctor Garcés sufrió la fractura de una pierna. (…) Hay que lamentar igualmente  el desprendimiento de algunos cables de la luz en diversas calles – Paz, Vázquez López, General Sanjurjo, Rico, Rascón y Nueva- que dejaron a la ciudad sin luz a las once menos cinco de la noche, sin que fuera posible restablecer el servicio. (…) La ciudad quedó incomunicada telefónicamente con el resto de España.

Por lo demás sentimos no poderles ofrecer la información gráfica del acontecimiento, porque el bueno de Rodri, que había sacado una gran cantidad de placas, se quedó sin poder revelarlas a causa del apagón. (…)

¿Posibilidades de que este fenómeno vuelva a ocurrir? Como decía más arriba, este tipo de situaciones tan extraordinarias tienen un periodo de retorno de unos 50 años, y en teoría deberíamos estar cerca de ver algo parecido. Aunque puede que en enero de 2006 hayamos gastado el “cartucho” que nos correspondía.

Entradas tan frías procedentes del este europeo se suelen producir una o dos veces al año. El problema para ver la nieve en Huelva, es que tiene que coincidir con una borrasca atlántica que se sitúe de forma precisa para que no expulse el aire frío y eso fue lo que pasó en 1954. Es como jugar a la lotería, existen unas pocas posibilidades entre un millón.

Otro problema a añadir es el aumento de las temperaturas provocado por el crecimiento de las ciudades y sus famosas “islas de calor”, que es el fenómeno de la subida de temperaturas de 2 ó 3 grados debido a los edificios, contaminación lumínica, tráfico, etc. Huelva ha crecido mucho en los últimos 50 años y cada año que pasa es más difícil bajar de los o grados dentro de la ciudad (cosa que no ocurre en los alrededores)

Debido a esto último, se puede llegar al triste caso de que esté nevando en San Juan y lloviendo en la plaza de las Monjas.

El Pájaro Espino

Fuentes: www.wetterzentrale.de, Hemeroteca Digital Diputación de Huelva

Fotos: Colección HUELVA, siglo XX.