La Huelva Cateta

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Sobre Huelva. Un proyecto de ensayo. Capítulo 3

Posted by www.LaHuelvaCateta.es en miércoles, 19 marzo 2014

Y de la tierra perdida en la infancia…al mundo perecedero.
Bendecida fue la causa de mi fortuna.
Algo que no me han consentido,
y que ahora busco entre tus huesos,
algo, que desde tan lejos,
creí que no era,
creí que no era mi estilo.

Héroes del silencio. Bendecida.

¿Cuantas veces el Onubense preguntado por su origen ha escuchado de distintas maneras expresado lo vulgar o poco agraciada que es o era su ciudad?

Hay que admitir que es cierto que el polo químico, la contaminación, la desidia onubense, la criminal política urbanística llevada a cabo y otros aspectos hacen de Huelva una ciudad poco atractiva a priori e incluso con mala fama.

¿Pero es la ciudad esquiva con el visitante? ¿O son los onubenses los que guardan hurañamente sus encantos secretos? Pienso que ambas cosas pero principalmente porque fracasamos en mostrar lo mejor de una ciudad que no se abre a cualquiera rápidamente sino solo al que aguarda sus tempos y ritmos, encantando solo al que es conducido por cicerones expertos a descubrir lo que no se ve pero existe.

Se dice que el onubense no es (por lo general) un hombre de grandes reuniones multitudinarias ni de muchedumbres, y que su carácter es más tranquilo y familiar de lo que suele ser el del andaluz típico prefiriendo la íntima alegría de la comunión entre pocos. Pues el corazón onubense es un corazón con un toque solitario hecho a los páramos del Andévalo, a la pesca en orillas desiertas y a silenciosas dehesas perdidas, o tal vez puede que sea por la influencia de nuestros primos portugueses.

Y si acaso sale de su extrañeza es en romerías singulares o durante los partidos del club de futbol más antiguo de España, siendo este otro de los orgullos que el onubense se permite defender públicamente junto con la romería del Rocío.

La mayor romería del mundo que desde su Almonte originario paso a convertirse en una devoción universal escapando del intimista sentimiento onubense y haciéndose tan popular que Huelva tuvo que compartir su preciado tesoro con sus hermanos mayores, resistiendo casi como puede a que se lo quiten de las manos entre todos, gracias al esfuerzo y devoción de Almonteños indomables.

Pero creo que el hecho de que Huelva sea tan poco conocida no solo es explicado por el carácter de sus habitantes sino por la particular naturaleza de lo que más apreciamos los que en ella vivimos:

Entiendo que casi todas las cosas son puro fetichismo onubense y que poca gente puede disfrutar de esos pequeños detalles y no tan pequeños como el rememorar las noches de botellón en Pablo Rada y su éxodo hasta la semiextinción, el pasear por la plaza de la merced y mezclarse en el bullicio de universitarios, mendigos y cofrades bebiendo cerveza por la tarde, las hamburguesas de la plaza de las monjas sin las cuales nadie que no las haya probado puede llamarse choquero, el bizarrismo del barrio obrero, el puerto donde nuestros padres cogían la canoa para Punta Umbría, la Alameda, la estatua de Colon que no es de Colon, ese terreno peligroso y encantado que era el parque Moret, recuerdos y realidades, inventados o tangibles pero únicos.

Es posible pasear por Huelva y verla de otra manera rastreando orígenes cultos como el del Humilladero de la Cinta que es posiblemente uno de los edificios más antiguos que quedan en Huelva al ser este el morabito donde vivía algún ermitaño musulmán.

No vamos a citar lo más típico pues es de sobra conocido: la Rábida, El Santuario de la Cinta, Riotinto, Doñana, el Rocío, Niebla, Moguer, Aracena, o la insuperable gastronomía Onubense.

Pero no puedo dejar de hablar del Conquero, un lugar que ya de por si daría para este ensayo.

La cumbre de la capital en belleza y origen de todo. Subir a esta atalaya natural es parecido a meditar sobre la inestabilidad de la realidad pues es imposible ver las mismas marismas repetirse si te fijas bien, incluso una vez pensé en realizar la misma fotografía desde el mismo punto y a la misma hora como el protagonista de Smoke, tan solo para demostrar cómo cambian día a día, hora a hora en una infinita paleta de humores.

Colores y texturas, atardeceres, amaneceres, bruma, lluvia, calima… Esto lo saben perfectamente los que frecuenten el Conquero días después de las tormentas invernales en las que el cielo descarga su bendición en forma de agua , solo ellos saben del color que trae la Marisma del Odiel al verterse las aguas de la sierra uno o dos días después, tiñendo la misma con colores azules cobalto y turquesa. Hechizos que se divisan fugazmente, corrientes que se mezclan entre disoluciones de salinidad imposibles y vientos helado que peinan y rizan su superficie cambiante, como sentimientos y estados de ánimo que fluyen en direcciones contradictoria.

Otros días la belleza y la melancolía casi te inundan ante el espectáculo de la marea llena apunto de recuperar la ciudad que vive a su lado, como queriendo llegar a los cabezos, esos eternos compañeros que observan la marisma desde que ambos salieron del fondo del océano hace eones.

Enamorados de distintas generaciones han esperado juntos el frescor de la noche en interminables veranos mirando un sol que se pone sobre pinos, marismas, nubes rotas, algún avión y al fondo, casi como un espejismo: el mar.

Todo lo bello muere y eclipsa en el mar de la costa de luz, donde esta acaba en atardeceres, nadando en aguas verdosas y llenas de vida, en orillas solitarias de algunas de las últimas playas vírgenes que quedan en España.

Pureza, melancolía, belleza y significado en esa luz que redime las cosas feas hechas por el hombre con este rincón de iberia.

Por A.S. Torres

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Sobre Huelva. Un proyecto de ensayo

Posted by www.LaHuelvaCateta.es en lunes, 27 enero 2014

Los fandago de mi tierra,

son cuarenta diferente,

La historia de Huelva encierra

con su fandango valiente:

El mar, el llano y la sierra

Paco toronjo.

Para mí, la última línea de este fandango de Paco Toronjo destila la definición más perfecta y pura que se ha escrito nunca sobre Huelva superando incluso la definición quintaesenciada que se da de toda Andalucía en el poema de Manuel Machado:

Cádiz, salada claridad. Granada,
agua oculta que llora.
Romana y mora, Córdoba callada.
Málaga, cantaora.
Almería, dorada.
Plateado, Jaén. Huelva, la orilla
de las tres carabelas.
Y Sevilla.

Hace unos días volví a leerme La Ciudad de Manuel Chaves Nogales. Recordaba que la primera vez que leí aquel ensayo sobre su ciudad natal  me sorprendió mucho pues no esperaba que un libro que  escribió con solo 23 años y que versaba únicamente sobre Sevilla pudiera impactarme de aquella manera. Tras una segunda lectura me quede con un raro regusto en mi interior y pasado un tiempo seguía dándole vueltas a ciertas líneas que me provocaban sentimientos que no podía explicar ni comprender.

Párrafos que provocaban extrañeza ante una genialidad aparentemente sencilla, una simpleza poética que dice más y más cosas tras una maduración interior, con la fermentación, porque es un libro que poco a poco va mostrando verdades ocultas entre sus líneas de una belleza puramente andaluzas. En él se da una visión muy personal sobre la ciudad donde nació, sobre la particular idiosincrasia de sus habitantes y sobre el Sevillanismo como género literario en sí mismo. Y debo confesar que al terminar de leerlo sentí muchísima envidia. Y casi la misma ración de tristeza.

Pero no me entiendan mal, no siento pena de no haber nacido en Sevilla, ni de no poder escribir si acaso algo parecido a lo que escribió ese monstruo olvidado de nuestra tierra, sino porque pensé que los hijos de Huelva nunca le habían escrito con tanto amor y arte a su ciudad. No al menos de esa manera. Así no.

Porque Chaves Nogales le escribe a su ciudad como se le escribe a un amor perdido, con devoción pero también como se recuerdan desde la distancia del tiempo ciertos amores no olvidados, con inocencia pero desde la sabiduría que da la distancia sobre la belleza y lo cruel de su figura, sobre el desprecio y su dolor, sobre una historia y un difícil futuro en el que ella nunca piensa debido a su carácter cambiante y a la vez sólido.

Entonces pensé en escribir yo mismo algunas líneas sin más pretensiones que servir de declaración de intenciones y para honrar a esta tierra, o al menos como manifiesto que señalase lo que algún genial escritor en el futuro lograría, a la manera del regalo que el niño pequeño fabrica torpemente pero con infinita ilusión y que le envuelve a su madre para demostrarle su amor, aunque sean unos garabatos, por ternura y reconocimiento únicamente.

Pero… ¿Por qué escribir sobre Huelva? Se podría preguntar mucha gente, y tristemente no pocos onubenses. ¿A quién se le puede ocurrir hacer esto? ¿A qué se refiere este pseudohipster con Huelva? ¿Al recre? ¿A alguna hermandad? ¿A la capital o a toda la provincia?

Y más aún: ¿De qué va a escribir? Mi critico onubense interior me chillaba que no hay casi nada de lo que escribir que se salga de una mera descripción sentimentalista de ciertas particularidades que no pueden interesar a nadie que no sea de aquí y ni siquiera eso lo puede salvar del rancio costumbrismo.

Pero esos mismos argumentos se pueden usar para toda la literatura mundial sobre algún lugar en particular.

Porque se puede y se ha escrito mucho sobre Sevilla, sobre Córdoba, se ha escrito sobre Granada, sobre Cádiz,  pero no sobre Huelva. No al menos directamente (que yo sepa) y ya eso indica la difusión que dicha literatura ha tenido cuando ni siquiera a niveles locales es conocida.

¿Pero cómo alguien  pretende escribir sobre su amor a Huelva?

Para empezar: ¿Qué onubense leería algo así, o más aun compraría eso? ¿Qué onubense le comentaría a otro que está leyendo sobre su ciudad?

No. Eso no me lo puedo imaginar porque la triste realidad es que los onubenses nos avergonzamos de nuestro amor a Huelva, en el fondo es como si la ciudad no fuese digna de  una loa intelectual más larga que la letra de un fandango o de un viva.

Para muchos el amor por Huelva es como un  oscuro amor secreto, casi un pecado  o una pasión prohibida que en el mundo de hoy es tachado de sentimiento cateto e infantil.

¿De dónde procede  nuestro tan arraigado complejo de inferioridad?

¿Se debe a la proximidad de Sevilla? ¿Hasta qué punto la cercanía de la indudable grandeza de la hermana mayor impide a los onubenses la autoaceptación sin comparaciones?

No lo sé y es algo que debiéramos pensar y superar porque a Huelva se le ha cantado sin ningún tipo de complejos por todo el mundo con su fandango por bandera, la han llorado los emigrantes y la han reído, la ha recordado en todos los rincones del mundo y más aún en la triste actualidad de los nuevos emigrantes de mi generación. Se la ha comido y bebido en las mejores mesas del planeta, pero aun creo que hace falta que se la escriba como merece.

Puede que pase lo mismo que con el fandango, al que por su origen arcaico y diferente del resto de palos del flamenco siempre ha sido menospreciado por los otros palos “Mayores”, por su extrañeza, por ser una rara avis dentro del circo de emociones descarnadas del flamenco.

Al hilo de esto ¿Es que acaso son los onubenses los andaluces menos creativos literariamente? Contando con el único premio Nobel de literatura de la región lo dudo.

¿Es que el duende del que hablaba Lorca en su genial conferencia no se da  cerca de Portugal? No es eso.

Lo que pasa es que el onubense no puede (por lo general) explicar Huelva. Puede sentirla hondamente, pero solo para sí mismo. Hace falta muchas veces el exilio para que surja esa fuerza que siempre estuvo ahí, de una manera muchas veces ilógica y depurada, intuitiva y profunda y  solo mediante el recuerdo alcanza a romper con todos los complejos y vergüenzas. En esta tierra muchos extraños llegaron, muchos conquistadores y emigrantes vinieron para quedarse, además de viajeros atrapados y gente de otros lugares a los que la búsqueda de un destino mejor les llevo a vivir entre estas orillas, sin tal vez ver que la belleza de lo fugaz se ve a veces desde el conquero, sin comprender que también la sangre de sus antepasados sigue subiendo y bajando por las marismas, que en algún solitario bosque de encinas de la sierra aún resuenan ecos de olvidadas  romerías ancestrales.

Y que el Mar muere en luz al oeste del non plus ultra…

Hay en la puerta del santuario de la Cinta un cartel que dice que el que no sepa rezar que vaya por esos mares y vera que pronto aprende. ¿Un bello poema? ¿O una advertencia?

El que no ama Huelva que salga por esos mundos de fuera y vera como aprende.

Por A.S. Torres

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Programa Conmemorativo del Descubrimiento de América y de la Hispanidad

Posted by www.LaHuelvaCateta.es en viernes, 7 octubre 2011

La Asociación de Estudios Iberoamericanos y Colombinos Rábida ha programado un completo programa de actividades para conmemorar el próximo día 12 de Octubre. Tradicionalmente, cada año la efeméride de la Hispanidad y del Descubrimiento de América se celebra en Madrid; sin embargo, en los actos institucionales se viene dejando al margen a los lugares de la provincia de Huelva que fueron los auténticos protagonistas del Descubrimiento del Nuevo Mundo.

Por dicha razón, la Asociación ha coordinado con el apoyo de numerosos colectivos y entidades de la provincia de Huelva, un programa conmemorativo que tiene el objetivo de reivindicar el lugar que deberían ocupar los Lugares Colombinos en las celebraciones que anualmente se realizan en España a nivel estatal.

La inauguración de esta programación se realizará el próximo sábado, 8 de octubre, a las 13 horas, en el Santuario de Nuestra Señora de la Cinta de Huelva (Lugar Colombino con vinculaciones marineras) con un original pregón musical y poético dedicado al Descubrimiento de América por el cantautor José Luis Pons.

Este es el programa completo de actividades:

I. PRIMER PREGÓN MUSICAL Y POÉTICO AL DESCUBRIMIENTO DE AMÉRICA. Por el cantautor José Luís Pons

Sábado, 8 de octubre, 13 horas
LUGAR: Santuario de Nuestra Señora de la Cinta (Huelva)
ORGANIZA: Asociación de Estudios Iberoamericanos y Colombinos Rábida
COLABORA: Hermandad de Nuestra Señora de la Cinta

II. IBEROAMÉRICA: PUEBLO A PUEBLO. ACTO DE HOMENAJE A LOS PAÍSES HISPANOS Y A SUS BANDERAS

Sábado, 8 de octubre, 17:30 horas.
LUGAR: Plazoleta de la puerta principal del antiguo Estadio Colombino, Huelva
ORGANIZA: Federación de Asociaciones Iberoamericanas “La Casa de Iberoamérica”

III. PRIMERA TRAVESÍA NAÚTICA «PUERTOS DEL RÍO TINTO», EN HOMENAJE A LOS MARINOS DESCUBRIDORES

Domingo, 9 de octubre, 12 a 17 horas.
12 HORAS: HOMENAJE A LOS MARINOS
Lugar: En el río Tinto, en las proximidades del embarcadero de La Rábida.
ITINERARIO: desde el puerto de La Rábida, pasando por Palos de la Frontera, hasta San Juan del Puerto.

13 HORAS: DEGUSTACIÓN GASTRONÓMICA POPULAR Y AMBIENTACIÓN EN EL PUERTO DE SAN JUAN
Sardinada conmemorativa de la Hispanidad y vinos del Condado de Huelva «herederos del Descubrimiento de América».
ORGANIZAN:
-Ayuntamiento de San Juan del Puerto
-Plataforma de entidades y colectivos sociales de la provincia de Huelva integrantes de la Candidatura a Patrimonio de la Humanidad y «Lugar de Encuentro» de las Cumbres Iberoamericanas.
COLABORAN:Asociación de Estudios Iberoamericanos C.R., Asociación de Armadores de Palos de la Frontera,
-Denominaciones de origen Condado de Huelva, Peña “La Mojarrita”, C.D. “Muelle del Tinto” de San Juan del Puerto y Domincano.

IV. CONGRESO INTERNACIONAL «COLÓN, LOS MARINOS DEL DESCUBRIMIENTO DE AMÉRICA Y SUS PUERTOS»

10 al 12 de octubre
ACTO DE INAUGURACIÓN: 10 de octubre, 16 horas
LUGAR: Centro Sociocultural y Teatro de San Juan del Puerto
VISITAS OPCIONALES: monumentos y puertos vinculados con el Descubrimiento de América (Palos de la Frontera,
Moguer, San Juan del Puerto y Huelva).
ORGANIZAN: Asociación de Estudios Iberoamericanos C.R. en colaboración con el Grupo de Investigación HUM785 de la Universidad de Huelva y Ayuntamiento de San Juan del Puerto.
INSCRIPCIÓN GRATUITA EN: estudiosiberoamerica@gmail.com

V. CELEBRACIÓN DEL DESCUBRIMIENTO DE AMÉRICA Y DE LA HISPANIDAD

12 de octubre
CLAUSURA DEL CONGRESO INTERNACIONAL Y ACTO FINAL DE LA PROGRAMACIÓN

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El edificio más antiguo de Huelva

Posted by www.LaHuelvaCateta.es en lunes, 6 septiembre 2010

Es muy difícil adjudicar el título de edificio más antiguo de una ciudad a una construcción concreta sin tener datos exactos que lo demuestren. En Huelva, ciudad milenaria, pero tristemente destruida una y otra vez por la desidia del hombre más que por guerras y desastres, quizás sea un poco menos complicado debido a la escasez de edificios históricos.

Si comenzamos a intentar encontrar candidatos al  «título» entre los edificios civiles de la ciudad veremos rápidamente que nos equivocamos. Edificios civiles notables no nos quedan, y la mayoría que se conservan son de principios del siglo XX o de finales del XIX (los más afortunados). Puede que existan algunas casas muy reformadas, pero con origen en el siglo XVIII (¿la de enfrente de la Concepción?, ¿el Café Central en la calle Bocas?). Quizás algunos hayamos pensado alguna vez que la pequeña casita de la calle Berdigón puede ser la más antigua de Huelva, pero no debe ir mucho mas allá de los siglos XVII o XVI. Por desgracia, las zonas más antiguas de la ciudad (todo el barrio alto de San Pedro, la calle Puerto, calle La Fuente, etc.) fueron derribadas, por lo que no podremos ni siquiera buscar casas que sobreviviesen al terremoto de Lisboa. Está claro que debemos buscar en edificios religiosos.

El convento de la Merced es de los siglos XVII y XVIII. Más antiguos son la parroquia de la Concepción y el convento de las Agustinas (principios del siglo XVI). La ermita de la Soledad pasa por ser la primera parroquia construida en la ciudad tras la conquista a los musulmanes, pero no existe ninguna prueba que lo demuestre. En su mayor parte lo que se ve es producto de reformas del siglo XVIII, aunque su origen está en el siglo XV, época de construcción de la mayoría de ermitas que tuvo la ciudad, incluido el Santuario de la Cinta, por lo que sólo nos queda San Pedro.

La primera mención a la iglesia de San Pedro procede del año 1351, citándola como lugar en el cuál se reunió el cabildo secular.

El cronista Abú Al-Himyari describe la ciudad de Awnaba (nombre árabe de Onuba) en el siglo XIII en estos términos: «Al Este de la villa existe una iglesia venerada por los habitantes, quienes pretenden que en ella está enterrado uno de los apóstoles». Algunos quieren esta descripción como la primera referencia a la actual iglesia de San Pedro.  Es posible que bajo la actual iglesia se encuentren los restos de la mezquita mayor de Huelva, pero lo que actualmente se puede observar es en su mayor parte Mudéjar de los siglos XIV y XV con reformas del siglo XVIII.

Puesto que de época romana es muy difícil que una ciudad conserve construcciones, debemos quedarnos con la Edad Media como la época a la cuál pertenece el edificio más antiguo, si bien, no podemos olvidar la existencia en la actualidad del acueducto subterráneo romano del conquero y la fuente vieja (aliviadero del acueducto reutilizado como fuente y hoy abandonado). Pero, ¿y de la dominación musulmana no queda nada? pues sí. Precisamente el edificio que actualmente podemos considerar como el más antiguo de Huelva es un morabito árabe.

Un morabito es una especie de santón o persona de especial religiosidad que solía vivir casi de forma ermitaña en una pequeña construcción llamada también morabito. Solía estar asociado a puntos de agua como pozos o fuentes. Veamos un ejemplo de morabito bien conservado en el Algarve portugés.

Morabito de São João en Alvor (Portugal)

Morabito de São João en Alvor (Portugal)

¿Suena de algo?

Humilladero de la Cinta

Humilladero de la Cinta

Pues sí, el Humilladero de la Cinta. Este pequeño edificio pasa por ser el más antiguo de la ciudad. Construido como morabito árabe, su fecha de edificación es anterior a la conquista de la ciudad por Alfonso X en 1262, y por lo tanto anterior a la actual iglesia de San Pedro.

Humilladero en el Siglo XIX

Humilladero en el Siglo XIX

Si bien ha sufrido numerosas restauraciones, la estructura principal se conserva y permite su identificación como un morabito de pequeñas dimensiones, construido en el camino que unía Huelva con Gibraleón, y posiblemente asociado a un pozo o fuente procedente de emanaciones de los cabezos cercanos.

Cuando pasamos a su lado, estamos contemplando al último resto de la Huelva Musulmana y una auténtica rareza dentro de la arquitectura de la ciudad.

Northman.

Fuentes:

De los Ríos, Amador: Huelva. Diputación de Huelva. Huelva.

www.ayuntamientohuelva.es

http://radix.cultalg.pt Ministério da Cultura (Portugal)

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Los dos Patrones de Huelva

Posted by www.LaHuelvaCateta.es en miércoles, 20 enero 2010

El 20 de Enero se celebra el día de San Sebastián mártir. Este Santo es oficialmente el Patrón de la ciudad de Huelva desde el año 1738, aunque en la actualidad el día no es festivo, pasándose los cultos, procesión y demás actos al fin de semana siguiente. Durante muchos años, las fiestas patronales de Huelva fueron muy distintas. Veamos cómo han ido cambiando.

En el siglo XVI se desataron varias epidemias de peste en la baja Andalucía. Es en esta centuria cuando el Cabildo de la ciudad decide levantar una ermita dedicada a San Roque, santo protector frente a la enfermedad de la peste. En aquella época era normal colocar ermitas en las distintas entradas de los pueblos y ciudades, de manera que los santos protegiesen a los pobladores de las epidemias que pudiesen llegar a través de los caminos. No podemos olvidar que este tipo de catástrofes eran consideradas castigos divinos que podían ser aplacados mediante la construcción de templos y la celebración de procesiones. La Huelva del siglo XVI no fue una excepción, y por lo tanto dispuso de sendas ermitas en las dos entradas principales de la ciudad: Al Norte, camino de Gibraleón, la ermita de San Roque, situada en el lugar que actualmente ocupa la iglesia de la Merced. Al Levante, camino de Sevilla, la ermita de San Sebastián, situada al final de la calle del mismo nombre.

Imagen actual de San Sebastián (Fuente: http://www.huelvacofrade.com)

Durante siglos, se celebraba una fiesta conjunta con los dos patrones el día 16 de agosto, día de San Roque. Se organizaban procesiones de los dos Santos, y diferentes actos entre los que se encontraban lidias de toros realizadas en un coso provisional formado por barcas, cuya entrada se situaba en el desaparecido arco/ermita de la Estrella, erigido al final de la Calzada (calle Marina) y que protegía la entrada a la ciudad desde el mar.

La situación inmejorable de la ermita de San Roque provocó que desde muy temprano fuese codiciada por varias ordenes religiosas para instalarse en la ciudad. Al final fueron los mercedarios los que bajo el auspicio de los Condes de Niebla fundaron su casa. En 1616 ya se encontraba finalizado el convento, por lo que la imagen de San Roque pasaría a ocupar un lugar dentro de la nueva iglesia. Con el paso de los siglos, esta iglesia sería reformada sucesivas veces hasta conformar el actual aspecto de la catedral de la Merced. Con el tiempo, las fiestas en honor a los dos patrones fueron celebrándose cada una por separado, sobre todo al comenzar a tener más devoción San Sebastián en detrimento de San Roque, quizás debido a su inclusión en el nuevo convento. En 1738, el Cabildo de la ciudad decide proclamar como patrón oficial a San Sebastián. A partir de ese momento, la devoción a San Roque fue desapareciendo poco a poco de la ciudad.

La imagen primitiva de San Roque puede ser todavía admirada en la catedral de la Merced, concretamente en una capilla situada a los pies de la nave de la Epístola. En este lugar, hasta hace no demasiado tiempo sin ningún tipo de iluminación y con escaso cuidado, se encuentra la imagen del antiguo patrón, la cuál tiene varios desperfectos que desmerecen la devoción que los onubenses le profesaron durante siglos.

Imagen de San Roque en la Merced (Fuente: http://www.lahornacina.com)

Pero San Roque y San Sebastián no eran los únicos Santos protectores de Huelva frente a las enfermedades. Existen documentos en los que aparece una tercera ermita, la de San Blas (protector frente a las enfermedades de la garganta).  Situada en una zona indeterminada al norte de la ciudad. Bien pudiera estar situada entre la de San Roque y el Santuario de la Cinta o en algún lugar de la carretera de Sevilla.

La ermita de San Blas desapareció entre los siglos XIX y XX, la de San Roque fue absorbida por el convento de la Merced, y la de San Sebastián fue derribada en 1931.  Una vez más, los que perdimos fuimos los onubenses ya que, creencias religiosas aparte, estos edificios fueron parte importante de la vida de los habitantes de la ciudad durante al menos 4 siglos.

Northman.

Bibliografía:

Dominguez Silgado, Manuel: «Culto y Devoción al Señor San Roque en la Villa de Huelva», Revista HUELVA PENITENTE Nº 9.

Castro Crespo, Juan Carlos: HUELVA ILUSTRADA, 3000 Años de Paisaje Urbano.

De Mora Negro y Garrocho, Juan Agustín: HUELVA ILUSTRADA.

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Epílogo a Huelva

Posted by www.LaHuelvaCateta.es en sábado, 5 diciembre 2009

Hola a todos.

Como algunos saben, he colaborado esporádicamente en este blog con algún que otro artículo y comentario, intentando no abusar, pues en la moderación está la virtud y, sobretodo, no ofender o herir susceptibilidades (ya que sin conocimiento no hay sabiduría). A pesar de todo, hay quienes han tenido que sufrir la extensión de mis escritos, lo cual agradezco, ya que mi objetivo original era el desahogo, la denuncia y el alegato, pero sobretodo la sinceridad y la buena intención.

Era, además la primera vez que participaba en un blog, y lo hacía por la necesidad interior e imperiosa de defender aquello que me sorprendió encontrar y que nunca deberían perder, aquello por lo que pueden estar orgullosos y por lo que deben avergonzarse o avergonzar para mantener dicho orgullo, algo que intenté expresar con mi «Carta a Huelva», y en lo que he insistido cuando ha sido oportuno.

Y comento esto porque quizás en Huelva es donde más sorprendido he quedado en cuanto a las expectativas que se tiene de un lugar.

Para bien y para mal es la gran desconocida, precedida por la mala imagen (ganada a pulso, todo hay que decirlo) que tanto los de fuera como, sorprendentemente, los de dentro se empeñan en dar.

Sólo después de vivir en Huelva he comprendido el alcance de un “sambenito” que, desgraciadamente, impide ver más allá en una ciudad que hace falta buscar para encontrar, y quizás su principal hándicap radique, precisamente, en la falta de confianza de sus habitantes que, en la mayoría de los casos, ignoran el valor de lo que tienen impidiendo a su vez que otros lo vean y provocando una cerrazón generalizada que, por otro lado (desde el egoísmo de un “esteta”) no deja de tener su aliciente en la sorpresa.

Es por esto que, en lugar de volver a la crítica (tenía en mente un ambicioso proyecto, con imágenes desconocidas para muchos, donde el antes y el después del urbanismo arquitectónico en Huelva no dejara lugar a réplica) he preferido despedirme con un simple elenco de imágenes que, circunstancialmente, fui captando durante mi estancia aquí (modestas en sus posibilidades y calidad pero ricas en su “contenido”) y con las que espero expresar mi mejor experiencia en una tierra que ya he adoptado, como muchas otras, sintiendo mía.

Ría de Huelva al atardecer

Y como tal, paisano de adopción que no elección, defiendo afuera con tanto empeño como critico dentro. Ustedes, conocen perfectamente esta dualidad propia de cualquier chovinismo, al igual que pueden imaginar la perplejidad en las caras de quienes, sin “conocer” esta ciudad, me escuchan describir sus virtudes. Pero también es verdad que para enseñar hay que sentir y, de esa manera, transmitir.

Punta del Sebo y puerto exterior al fondo. Confluencia entre las rías del Tinto y el Odiel

Siempre he mantenido que el mar es suficiente para aportar interés al lugar menos interesante, Rilke escribió de mi ciudad natal: “Si Ronda tuviera mar, que mar tan azul sería”. La capacidad hipnótica del agua, similar a la del fuego, su inmensidad, su movimiento es un valor añadido.

Ría del Odiel y marismas al fondo

Ría de Punta Umbría a su paso por las Marismas

Y Huelva no sólo tiene mar, algo común al resto de ciudades costeras, tiene una situación peculiar, exclusiva, que la diferencia y, por tanto, la caracteriza haciéndola singular y en consecuencia interesante. Dos ríos que, tras abrazarla,  se confunden con el mar y, cual hermafrodita confuso, cambian nominativamente de género aludiendo a la belleza femenina, al tiempo que el dulzor se vuelve sal y adquiere la madurez de un delta.

Uno de ellos tan singular que resucita a medida que su color rojo se torna azul y el otro dividido por una red de esteros, caños y brazos que, como venas, lo atraviesan sugiriendo una legendaria y mitológica civilización, de evocador nombre, que anticipa el grandioso Atlántico.

Marismas del Odiel

Marismas del Odiel

Marismas del Odiel

Y entre ellos una lengua de tierra rodeada de agua cuyo vértice se prolonga artificialmente, adentrándose en el océano varios kilómetros, rematándose en un faro, simple en forma y tamaño, pero impresionante en su ubicación (¿sabían que se barajó la posibilidad de trasladar el monumento a Colón a esa situación?). Una obra de ingeniería aparentemente simple en su forma pero ambiciosa en su función. El espigón más largo y profundo, la playa más extraña. Mar y tierra a un lado, arena y mar al otro, y al final…. las olas que baten, los barcos que pasan cerca cuando están lejos…, otra vez la inmensidad del mar.

Playa del Espigón con el faro al fondo

Desde allí el azul de otra Punta, la de nombre oscuro. Un océano verde envuelve la arena y reta, con sus olas de coníferas, a el verdadero mar que sigue moviendo, en sus corrientes caprichosas, la tierra de sitio, formando flechas y rías que horadan de nuevo una costa dorada.

Flecha de El Rompido

Y como telón de fondo…el sol. Otra vez singular y diferente. Un sol de albas y ocasos. Una luz que, lejos de ser blanca, se descompone en su verdadera naturaleza, recorriendo todo su espectro. Imitando a las marismas en sus infinitas direcciones, dando lugar a los atardeceres más espectaculares, donde el astro rey no se esconde, se sumerge, robando destellos a el metal y el hierro de una herencia extranjera.

Cargadero de mineral de la Río Tinto & Co. Atardecer en la Ría

Atardecer en la Ría. Marismas y cargadero de Tharsis al fondo

De nuevo peculiar. Origen de un imperio arrebatado al mar: América, y víctima de otro llegado del mar: el británico.

La revolución industrial en contraste con el feudalismo moderno que cambia de nuevo la fisionomía del pueblo, el legado inglés. Ferrocarriles que parten del interior de la tierra (abismos babilónicos construidos por el hombre) con destino de nuevo al mar.

Corta Atalaya. Ríotinto

Cicatrices metálicas que cortan la Ría, adornando sin quererlo el agua que ocupan.

Cargadero

Una transición entre dos siglos que dejan ostentación y sufrimiento, pero también novedades en actividades reservadas para caballeros y cuyo rango de “decano” adquirirá la ciudad en todas sus variantes. La más antigua integración de razas, culturas y clases sociales: el deporte.

Y una isla antigua en el centro de la ciudad moderna, un reducto de otra época, de otro país y de otro clima. La Inglaterra victoriana en el suroeste de España, curiosos contrastes dignos de conservar.

Barrio “obrero” Reina Victoria.

Como curiosos y extraños son los personajes, locales, provinciales o extranjeros, pero todos relacionados con la Ciudad. Conquistadores, descubridores y renegados, piratas y aindiados, negros esclavos y blancas foráneas, espías locales e internacionales, bases aparentemente neutrales en época de guerra y hombres que nunca existieron pero que cambiaron destinos. Todos me han cautivado (y alguno absorbido).

Santuario Virgen de la Cinta.

Todo esto es Huelva, todo se conoce pero no se disfruta. Si algo hace interesante a una ciudad es aquello que no tienen otras. Obviaré algo esencial en mi caso por no romper la retórica: la buena gastronomía, pero, como las meigas, haberla haila (y de sobra) por lo que unido al clima y al carácter, tan benigno uno como otro, completan un indudable atractivo que el Monstruo Químico (a pesar de una perversa atracción estética en las iluminadas noches, propias de ciencia-ficción), no ha podido aún arrebatar.

Petroquímica Repsol. Luces y chimeneas

Cargadero de Mineral y muelle

Real Club de Mar. Al fondo el puente entre Saltes y la isla de Enmedio

Cargadero al anochecer

Hace algunos meses que abandoné Huelva. Mis paseos por el muelle en la pleamar, los atardeceres en la ribera de la Ría o a los pies de un coloso casi centenario, que abrazado a una cruz, mira sempiterno al nuevo continente, vienen de cuando en cuando a mi memoria.

Ocaso desde el Muelle del Río Tinto

“Fe Descubridora”

Y , a pesar de recalar  actualmente en una ciudad Patrimonio de la Humanidad (que no viene al caso nombrar), de haber cambiado el mar por la piedra…, la hecho de menos, pues pocas veces me he llegado a implicar tanto en tan poco tiempo.

Ahora, aquí, sigo lamentándome de cosas que no me gustan, cosas que no se hacen bien… Estoy habituado a andar entre obras de arte, me siento bien entre ellas, pero me acostumbré tanto a apreciar los pequeños detalles (en Huelva se hace imprescindible) que la cantidad de monumentos no logra tapar los desmanes, no los justifica… Es lo único que achaco a Huelva…, haberme hecho más sensible.

Atentamente.

Enrique D. Carrillo

Especialista en Arte y Conservación/Restauración de BB.CC.

Fotos: Enrique D. Carrillo.

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X Semana del Turismo: La Huelva Escondida

Posted by www.LaHuelvaCateta.es en miércoles, 23 septiembre 2009

Entre los días 28 y 30 de septiembre, coincidiendo con la celebración del Día Internacional del Turismo, la Concejalía de Alcaldía y Turismo del Ayuntamiento de Huelva pone en marcha la décima edición de la Semana del Turismo, este año dedicada a la «Huelva Escondida». Consiste en una serie de excursiones por la ciudad acompañados de un guía, que nos irá mostrando en todo momento los aspectos a destacar durante las visitas.

Desde la Huelva Cateta invitamos a todos los amantes de la Historia de Huelva y que quieran conocerla un poco más, a apuntarse. A continuación os detallamos el programa, que puede consultarse en la web del Ayuntamiento de Huelva:

PROGRAMACIÓN:

  • Lunes, 28: Lo dedicamos a la “HUELVA OCULTA”. Las visitas programadas para este día contemplan turno de mañana y tarde. Para la primera parte de la jornada está prevista la visita guiada por los siguientes espacios:

1. CRIPTA DE LA CATEDRAL DE LA MERCED.
2. CRIPTA DE LA ERMITA DE LA SOLEDAD.
3. JARDINES DEL SANTURIO DE LA CINTA.

Para la jornada de tarde, está prevista la visita a:

1. CEMENTERIO INGLÉS.
2. MURO FENICIO DEL CABEZO DE SAN PEDRO.
3. TUMBA DE GINÉS MARTÍN EN LA IGLESIA DE SAN PEDRO.

  • Martes, 29: Nos acercamos a la “HUELVA LEGENDARIA Y MÁGICA”.

Por la mañana, el recorrido se inicia con la visita al Monumento a Alonso Sánchez en los jardines del Muelle, protagonista real de un viaje a América que supondría el pre-descubrimiento del continente antes que Colón. Continuaremos con el interior del Monumento a la Fe descubridora, gran desconocido por la mayoría de onubenses jóvenes. Finalizamos el itinerario en las salas del Museo de Huelva con un recorrido por aquellos restos arqueológicos que nos hablan de la mítica Tartessos y de la Huelva que describiera Estrabón y otros tantos historiadores clásicos.

Al inicio de la tarde comenzará la segunda parte de la jornada con un recorrido por las tumbas de personajes de gran peso histórico en la ciudad con Sundheim, Manolito “Litri” o la visita al enterramiento del “Hombre que nunca existió”; personaje que cambió el devenir de la Segunda Guerra Mundial gracias a la astucia del espionaje británico. A continuación, casi al caer la noche, realizaremos un breve pero interesantísimo recorrido por espacios e inmuebles de la ciudad que a lo largo de los años han originado curiosas historias de “fantasmas”. Lugares como el antiguo Manuel Lois o el antiguo Hospital de la Merced cuenta con escalofriantes y tenebrosas historias que ocurrieron tras sus muros y que son desconocidas por muchísimos onubenses.

  • Miércoles, 30: Lo dedicaremos a “LA HUELVA POPULAR DE AYER”. Lugares de gran tradición para nuestros mayores porque se erigieron en parte de su quehacer cotidiano: el Teatro Mora, la confitería Jorva, los almacenes del Barato, la taberna del Tupi, etc. Son recursos que tenemos la obligación de legar a la memoria de nuestras generaciones venideras. De enorme interés será la contemplación de las máscaras de la llamada “Casa del Diablo”, que hoy podemos contemplar en la fachada del Colegio oficial de farmacéuticos. Y para concluir, una visita a la casa de todos los onubenses, con la contemplación del Salón de Plenos del Ayuntamiento, espacio tan cercano a los onubenses pero al mismo tiempo tan lejano porque muchos no han tenido la oportunidad visitarlo.

Las inscripciones e información adicional se encuentran disponibles en el Punto de Información Turística de Plaza de las Monjas.

Todas las actividades son gratuitas y se realizarán en horario de mañana y tarde, siendo las plazas limitadas por lo que se ruega que todos los interesados se inscriban cuanto antes.

El inicio de los recorridos se realizará desde el Centro de Interpretación “Huelva, Puerta del Atlántico”.

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El Acueducto Romano de Huelva

Posted by www.LaHuelvaCateta.es en jueves, 6 agosto 2009

En las últimas semanas se ha hablado en este blog del mítico acueducto de Huelva. Voy a intentar explicar algunas cosas de este gran desconocido en nuestra ciudad.

Tenemos que retrotraernos al siglo I de nuestra era, cuando Huelva, por sus numerosos estuarios se conocía como ONVBA AESTUARIA. Un asentamiento de relativa importancia que, como siglos después, acogía tráfico minero por el Tinto y se dedicaba al comercio de pescado y salazón.  La ingeniería romana es de sobra conocida y existen ejemplos de conducciones de agua por todos los que fueron sus dominios, por lo que en esa ya vieja Onuba no era extraño construir un acueducto, máxime en una economía como la comentada que necesitaba agua y no sólo para consumo humano.

Cabezos_de_El_Conquero_(Huelva_-_España)

Panorámica de Huelva desde las elevaciones-cabezos de El Conquero. Imagen: Calapito para Wikipedia.

Este, en resumen, tendría tramos tanto aéreos como subterráneos y enlazaría terrenos cercanos al actual Santuario de La Cinta con el cabezo de San Pedro. Su originalidad radica en que aprovechaba las propias particularidades de nuestros cabezos, formados en el periodo terciario y con abundantes acuíferos gracias a la permeabilidad-filtración de la tierra. Así, se idearon pequeños depósitos que recogían este agua a lo largo del recorrido. La estructura la formaban una galería principal abovedada y otras pequeñas que a modo de afluentes contribuían a la recogida de aguas con tal capacidad de aprovechamiento que se piensa que podía asimilar entre 100.000 y 200.000 litros de agua al día. Para su ventilado existían diferentes pozos que fueron colmatados durante los siglos siguientes por los habitantes de Huelva.

Acueducto_romano_de_Huelva

En la imagen, se pueden observar los restos de uno de los respiraderos del acueducto (linea vertical) en la zona del Cabezo de San Pedro. Imagen: Calapito para Wikipedia

Estuvo en uso normal hasta después del siglo XVI. Tras remodelaciones y el olvido de tramos y fuentes, fue utilizado durante la época de Al-Ándalus y época cristiana, donde aparece recurrentemente nombrado en las Actas Capitulares respecto a la necesidad de su reparación. Probablemente el terremoto de 1779 significó que se dañaran partes esenciales por lo que el agua dejó de llegar a partes de la ciudad de manera definitiva. Así, en la actualidad  queda operativo sólo un tramo de 125 metros, aunque aún drena la nada despreciable cifra de 30.000 litros diarios de agua. Hay que tener en cuenta que no fue hasta finales del siglo XIX, con proyectos privados como el de Guillermo Sundheim, cuando se canalizó agua hasta Huelva con sistemas más contemporáneos.

Más cercanas a la memoria quedan las diferentes fuentes que se abastecían de él:

  • La Fuente de San Pedro, en la plaza del mismo nombre.
  • La Fuente Vieja. Situada en las laderas del Conquero su propio nombre indica que para los pobladores de la Huelva medieval se trataba de una obra ya anterior a la memoria. Por su situación suministraba agua a la ciudad incluso en épocas de sequía. Esto implica que probablemente esta fuente no sea más que un surtidor agregado a uno de los depósitos romanos aprovechando una buena situación en la que el aporte de agua era permanente.
  • La Fuente Nueva y la Fuente de la Alcoba. Otras fuentes o caños laterales al acueducto, que servían para el riego de los campos de las zonas de La Vega y San Sebastián.

En la actualidad, pese a los trabajos de Aguas de Huelva hace años (en 1996), sigue siendo un gran desconocido, sobre todo por la dificultad de su acceso o visita. Pese a ello, aprovecho para hacer un llamamiento a las autoridades para su puesta en valor.

Juan José Rodríguez.

Referencias:

  • Colaboradores de Wikipedia. Acueducto romano de Huelva [en línea]. Wikipedia, La enciclopedia libre, 2009 [fecha de consulta: 22 de julio del 2009].
  • García Sanz, Carmen y Rufete Tomico, Pilar. “Una parte del acueducto romano de Huelva – La  Fuente Vieja one part of Huelva’s roman aqueduct” Huelva (2001) ISBN 84-8163-253-8
  • El Agua en la Historia de Huelva. Empresa Municipal de Aguas de Huelva. Huelva (1996)
  • Web Utopía Verde (con licencia GNU).

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